2.3.15

Me río, más exactamente, me descojono de la historia de los 400.000 euros venezolanos de Monedero

(...) Entre tantas sesiones de patetismo de altura se hace obligada una referencia a Podemos. ¡Cuánta mala conciencia y cuánta trampa acumulada tiene que estar al borde del colapso para que Podemos se haya convertido en una obsesión! Creo que hay una cosa en la que los imaginativos creadores de Podemos son novatos. 

Y es en la invención de la calumnia o en la transformación de una simpleza en cuestión de Estado. Me río, más exactamente, me descojono de la historia de los 400.000 euros venezolanos de Monedero y de las ausencias universitarias de Errejón y sus 1.400 de beca-salario. 

Que se preparen si tienen un pariente que le da al frasco, o un tío empleado en una gasolinera imprecisa de carburante, o si alguna vez tuvieron un desliz de cama y apareció una menor, o si enviaron un SMS equívoco.

Un país que es incapaz de que alguien ose publicar la lista española de Falciani. Un país donde puede convertirse en consecuencia letal preguntar, no digo ya saber, cuánto cobra por asesorar al PP y a su presidente el señor don Pedro Arriola. 

O si forma parte o no de los presupuestos de la Generalitat, y con qué fondos, los trabajos de David Madí, el bambalinas. Pero resulta que dos profesores apellidados Monedero y Errejón son culpables, cual Bárcenas o Millet, de no respetar escrupulosamente los reglamentos.

¡No se arruguen, novatos! La casta está cagada de miedo pero controlan lo que vosotros no lograréis nunca mientras no tengáis poder: los medios y sus voceros. El poder corrompe siempre -ya os tocará-, y si es absoluto, como ahora, lo hace absolutamente."            (Una ola de patetismo, de Gregorio Morán en La Vanguardia, en Caffe Reggio, 28/02/2015)

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