"(...) E chando la vista atrás, a su
experiencia como asesor de Yanis Varufakis cuando éste era ministro de
Finanzas de Grecia, ¿cree que calcularon mal sus posibilidades en las
negociaciones?
No. Lo primero que Yanis me
dijo cuando aterricé en Atenas el 8 de febrero fue "bienvenido al cáliz
envenenado". Desde el principio no nos hacíamos ilusiones de ningún
tipo. La gente ha estado diciendo lo contrario, pero ellos no estaban
allí.
Sabíamos que el gobierno griego tenía unas cartas muy débiles y
que lo único que podía hacer era presentar su caso ante las
instituciones europeas y ver si había disposición para sostener un
debate racional. No podíamos amenazar con nada, cosa que habría sido
totalmente contraproducente.
Hubo estrategias que fueron empleadas, como
intentar la confrontación y ofrecer concesiones, pero daba igual. Lo
que teníamos que hacer era intentar que el debate racional prevaleciera
en esos círculos, lo que requiere presentar argumentos de manera
persistente, algo que Yanis hizo con gran habilidad.
Así que no creo que él estuviera en un estado ilusorio y yo no creo que
haya calculado mal, pero creo que demostrar lo que la troika y lo que
los acreedores realmente querían era algo que había que hacer y que
demandó tiempo y buena fe. Desafortunadamente no hubo buena fe de la
otra parte.
¿Y sabiendo lo que sabe ahora?
Si el mundo hubiese sabido en febrero lo que nosotros sabíamos,
entonces las cosas podrían haber sido distintas, pero al mundo había que
persuadirlo. Si Grecia hubiese tomado el camino de la salida el 28 de
enero, el mundo habría condenado la temeridad del gobierno griego y le
hubiese acusado de no intentar negociar.
Sabíamos que eso no era una
opción, ni tampoco era una política del gobierno griego. Incluso si
hubiese sido una opción del gobierno, no habría sido viable en un
contexto político más amplio.
Entonces el ministro de Finanzas alemán, Wolfgang Schäuble, presentó su
idea "Grexit temporal", que prácticamente puso fin a todas las
discusiones, ¿no?
Eso es correcto. Lo de
"temporal" era sólo humo. El ministro de Finanzas Schäuble básicamente
dijo que Grecia tenía que asumir el Memorando tal cual le fue presentado
o salirse del euro. Schäuble fue muy claro desde el principio. Desde el
principio dijo que "las elecciones no pueden cambiar nada".
La estrategia griega fue elevar el terreno de decisión a la canciller
Merkel, con la esperanza de que ella actuara con mayor sentido de
Estado, que EE.UU. jugara un papel importante, y que Merkel finalmente
le dijera al ministro Schäuble, "tienes que aflojar un poco". Al final,
optó por presionar al gobierno heleno para que aceptara el Memorando.
¿Le sorprende que EE.UU. no prestara más apoyo a Grecia? Parece que,
cuando Timothy Geithner estaba al frente como secretario del Tesoro, la
posición estadounidense era más fuerte.
Los
secretarios del Tesoro estadounidense llevan tiempo sin tener mucho peso
en Europa y este fue el caso de Tim Geithner, que indudablemente se
situó en el lado correcto en esta cuestión. Y lo mismo se podría decir
de Jack Lew. El presidente, por otra parte, hizo varias llamadas
telefónicas a la canciller Merkel instando a una solución pragmática.
No
estoy seguro de que no resultara útil, probablemente lo fue hasta
cierto punto, pero al final del día el papel que EE.UU. podía jugar en
una cuestión interna de la zona euro era limitado. Creo que todo el
mundo reconoce lo anterior. Si se hubiese producido un enfrentamiento
más serio, creo que el papel de Estados Unidos hubiese sido más
relevante, pero simplemente no llegó a eso en el caso griego. (...)
Y, sin embargo, ahí estaban
Francia, Italia y otros países que podrían haber equilibrado la mesa.
¿Realmente es una cuestión de un dominio alemán tan fuerte?
Es justo decir que los franceses y los italianos eran más comprensivos
con la posición griega sin llegar ser grandes defensores de la misma.
Todos los demás, por supuesto, fueron hostiles. Pero está tocando un
punto importante, que es que Italia y Francia son los países que son
grandes y lo suficientemente poderosos como para hacer una diferencia si
realmente quieren hacer valer sus intereses; su problema ha sido la
falta de voluntad para hacerlo.
Las políticas en ambos países deben
quedar muy aclaradas por lo que acaba de suceder en Grecia y la gente
debe reconocer que si desea conservar algún elemento de autonomía
nacional tiene que estar preparada para luchar. (...)" (Entrevista a James K. Galbraith, Luis Martín
, eldiario.es, 31/08/2015)
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