"En toda Europa se ha mostrado a Irlanda como un ejemplo a seguir.
Irlanda aguantó el golpe, entabló conversaciones constructivas con la
Troika, siguió políticas de crecimiento y consiguió esforzarse en salir
de su crisis para convertirse en la economía de más rápido crecimiento.
Sin embargo, esta narrativa está basada en lo que se dice mal y mucho
más en lo que no se dice.
El Gobierno irlandés comenzó su programa de austeridad en 2008 y lo
aceleró con cuatro presupuestos altamente deflacionarios en un período
de dos años. En el otoño de 2010 propuso otros cuatro años de severa
austeridad en su Plan Nacional de Recuperación (National Recovery Plan).
Cuando la Troika llegó, había poco que dificultase las negociaciones;
simplemente se limitaron a ponerle el sello a tan simpático plan.
¿Entonces por qué le hizo falta un rescate de todos modos? Irlanda
siguió tan a la letra la receta ortodoxa de la Troika ―políticas
fiscales deflacionarias combinadas con políticas bancarias que
socializaron la deuda privada― que ni los mercados financieros creían
que se podía financiar. La Troika se convirtió en el prestamista de
último recurso de la austeridad.
Ineficiencia, derroche y el lado oscuro
La austeridad irlandesa se convertirá en un caso práctico de
reparación ineficiente y derrochadora de las finanzas públicas. 30
billones de euros o lo que es igual, 15% del PIB, en recortes del gasto
público y, sobretodo, subida de impuestos. Según el Nevin Economic
Research Institute, por cada 3€ de medidas de austeridad, solo se
reducía 1€ de déficit. Los otros dos se externalizaban: desempleo,
pobreza, liquidación de empresas, etc.
Este lado oscuro de la austeridad irlandesa raramente se menciona ni en debates europeos ni domésticos. Veamos porque:
. Más del 30% de la población irlandesa vive con carencias según la agencia de estadísticas del propio Gobierno.
. Más del 40% de los niños experimentan carencias en sus vidas, también según el Gobierno.
. Una de cada diez personas están en riesgo de pobreza alimentaria, es decir, que pasan hambre.
. El porcentaje de irlandeses en situación de riesgo de exclusión es
del 30%, un poco menor que el de Grecia, al 37%, según el Eurostat.
. El nivel de vida en Irlanda, según ha medido la UE, es mucho más
bajo que la media europea y, de hecho, mucho más cercano al nivel de
vida de Grecia que la mayoría de países UE-15.
Pero mientras que las condiciones sociales de Grecia son extensamente comprendidas, no sucede así con las de Irlanda.
La misma caída del desempleo oculta otra realidad: Más del 10% de la
población y 1 de cada 7 jóvenes ha emigrado desde que comenzó la crisis.
Por cada persona que ha conseguido trabajo en los últimos tres años
desde que empezó a caer el desempleo, han emigrado dos trabajadores
potenciales.
Juegos de manos estadísticos
Según fuentes oficiales, Irlanda volvió a crecer el año pasado. Pero
el Consejo Irlandés de Asesoría Fiscal (Irish Fiscal Advisory Council)
estimó que la mitad del fuerte crecimiento del PIB en 2014 fue una
ficción estadística. A su vez, el Central Bank of Ireland declaró que
una parte significativa del crecimiento se debió a nuestros bajos
impuestos del Centro de Servicios Financieros Internacional (IFSC), el
cual apenas tiene impacto en la economía doméstica. La razón, la enorme
presencia de multinacionales extranjeras en nuestra economia.
Otras mediciones alternativas, las cuales buscan eliminar el impacto
de las prácticas de contabilidad de las multinacionales (léase, una
agresiva evasión de impuestos), muestran que la recesión fue en realidad
mucho más acentuada y la recuperación mucho más tímida. También
muestran que Irlanda posee una deuda pública del 125% del PIB. Sin
embargo, los tejemanejes estadísticos han permitido a Irlanda volver a
los mercados. (...)
Hay una profunda crisis de la vivienda además de un aumento
significativo en los precios de propiedades residenciales y comerciales,
fruto de la voracidad de inversores que se lanzaban sobre los activos
ganga y luego les daban la vuelta para especular.
En la otra cara de la moneda, aumentan las listas para viviendas de
protección oficial así como la cifra de personas que no tienen hogar.
Los alquileres privados aumentan 20 veces más rápido que la inflación y
la genta estalla de indignación cuando un indigente muere congelado en
invierno a pocos metros del Parlamento. (...)" (Michael Taft
Investigador en UNITE the Union, Público, 01/10/2015)
Investigador en UNITE the Union, Público, 01/10/2015)
No hay comentarios:
Publicar un comentario