"El ruido de los medios mainstream nos quiere una vez más ahuyentar de lo
esencial: la posibilidad de que un gran país como España pueda ejercer
de palanca del cambio en una Europa asfixiada por la obtusa agenda
ordo-liberal de Merkel y por la capitulación del vecino francés.
La semana pasada y de nuevo ayer, en las calles de Francia
justamente, desfilaban cientos de miles de personas. Se movilizó desde
las redes sociales, toda una marea de jóvenes, en contra de la ultima
provocación de Hollande: una reforma del código del trabajo digna de los
peores momentos de Sarkozy. Muchos de estos jóvenes gritaban “Podemos”,
nous aussi (nosotros también) Podemos” , en referencia a España.
Por primera vez en décadas, las miradas se han girado hacia el sur,
porque en España ha vuelto la ilusión y porque saben que aquí se juega
mucho. Se juega mucho más que el futuro de los españoles, sino la
posibilidad de que retroceda por fin la apisonadora neoliberal que ha
tomado las riendas del continente.
Podemos y las confluencias, gracias a
una movilización popular en torno a la figura de Pablo Iglesias, pueden
llegar a poner en jaque a esta Pax Europea que destroza derechos,
amordaza resistencias, expulsa refugiados.
En este choque de titanes, es
normal que todo se mueva con violencia, que crujan los aparatos por
dentro y por fuera, que prevalga el juego sucio mediático. No
esperábamos otro guión. (...)" (François Ralle Andreoli, Asesor político y representante de los Franceses de España, Público, 19/03/16)
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