"Es vergonzoso que una persona que ha mostrado semejante tolerancia con
la corrupción en su propio partido, con tan escasa sensibilidad
democrática (utilizando los aparatos del Estado para destruir a sus
adversarios políticos, a algunos de los cuales considera en la práctica
como sus enemigos), responsable de la imposición de las políticas
públicas más reaccionarias y represivas que la población en España haya
sufrido desde que tiene democracia, y que han deteriorado enormemente la
calidad de vida y bienestar de la población, pueda llegar a continuar
gobernando este país como presidente del gobierno español, dirigiendo
uno de los partidos políticos más corruptos de Europa.
¿Cómo puede ser
esto?
(...) es la falta de diversidad ideológica de los medios de información, tanto
orales y escritos, como televisivos, situación reconocida y denunciada
por organismos internacionales (“El cinismo de ‘El País’ y los otros
mayores rotativos en España”, Público, 27.04.16) pero desconocida,
cuando no silenciada, por tales medios.
No hay grandes medios de
información de sensibilidad crítica y de izquierdas en España, lo cual
se refleja en el enorme dominio que el pensamiento de derechas
(conservador, neoliberal y socioliberal) tiene en la configuración de la
sabiduría convencional del país.
Un ejemplo de ello es El País, que en
épocas anteriores intentó ser la alternativa a la derechona mediática
española, pero que hoy, bajo la dirección del Sr. Antonio Caño y bajo la
batuta del Sr. Juan Luis Cebrián, se ha convertido en un rotativo
semejante a los otros rotativos de derechas e incluso a algunos de
ultraderecha.
Un ejemplo es lo ocurrido en sus páginas este último
domingo 31 de julio. Apareció un editorial, “Un gobierno ya”, exigiendo
que Ciudadanos y PSOE apoyaran la formación de un gobierno dirigido por
aquel personaje, el Sr. Rajoy. (...)
Los favorables al PP, incluyendo El País, con, repito, una sensibilidad
escasamente democrática, presentan a este partido, el PP, como el
ganador de las elecciones, cuando la mayoría no desea que tal partido
continúe gobernando, por mucho que las escasamente creíbles encuestas de
El País lo intenten demostrar.
Hoy, como escribí y documenté
recientemente, hay un intento de imponer a Rajoy y al PP a la población
española, negando que haya alternativas. Las hay, pero personajes
históricos del PSOE, junto con partes de su aparato, no quieren ni
siquiera explorarlas, pues todas ellas pasan por una alianza con Unidos
Podemos, el enemigo nº 1 del establishment financiero, político y
mediático de España, incluyendo el PSOE.
Y ahí está el gran problema
(que incluso el PSOE vea a Podemos como el enemigo a batir) que hoy
existe en España y que promete –de no resolverse- tener a las derechas
en el gobierno por muchos años. (...)
Si mediante diálogo y negociación PSOE y Podemos alcanzaran un acuerdo,
entonces podría establecerse un gobierno con Ciudadanos (en el caso de
que éste tomara como base el pacto PSOE-Podemos) (...)
Y el mayor problema hoy en este país es que las izquierdas están
divididas. Y ahí está el eterno problema, que ocurre también en los
países del sur de Europa. El hecho de que el PSOE constantemente
“demonice” a Podemos está creando una dinámica que está llevando a
España a estar gobernada por las derechas por mucho tiempo.
Existen ya
en España ejemplos de colaboración entre una izquierda más radical y
otra más moderada a lo largo del territorio, siendo el caso más claro el
de Barcelona. ¿Por qué no se puede hace a nivel del Estado español? (...)"
(Artículo publicado por Vicenç Navarro en la columna “Dominio Público” en el diario PÚBLICO, 4 de agosto de 2016; en www.vnavarro.org, 04/08/16)
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