"La encrucijada en la que está situada la sociedad española cobra cada
día más premura y más crudeza.
O se recupera la soberanía económica
desligándonos del euro y de los compromisos del Pacto de estabilidad
para disponer de una política fiscal y monetaria autónomas y así
afrontar los problemas sociales y económicos que padece nuestro país, o
se sigue sometido a las exigencias de la Troika cuyos resultados
catastróficos saltan a la vista.
Como sociedad hay que registrar un
fracaso general por mucho que se quiera enmascarar la realidad y el
gobierno pretenda hacernos creer que avanzamos por el camino correcto
para superar la crisis y dejar atrás una década perdida e ignominiosa en
muchos aspectos.
Al margen del desprecio con que los partidos
–corrupción incluida- tratan al pueblo, ocultando dicha realidad,
proponiendo alternativas inviables e incoherentes, burlándose de sus
propios programas, anulando los compromisos electorales, contradiciendo
en cualquier momento sus intocables principios, en fin, engañando
miserablemente a los ciudadanos, nos encontramos en una situación en la
que formado el nuevo gobierno del PP, con la ayuda indispensable del
PSOE, ya ha optado de modo inmediato por someterse dócilmente a los
propósitos de la Comisión europea y por continuar con los ajustes y
recortes que jalonan la política económica y social de los gobiernos
desde el año 2010, primero con Zapatero y luego con Rajoy. (...)
Ya está acordado el techo del gasto para 2017, una cifra ambigua e
irrelevante pero que se traduce en una cuantificación del objetivo de
reducción del déficit público del 4,6% del PIB en este año al 3,1% en
2017, unos 16,000 millones de euros, lo que significa que los recortes
se van a seguir produciendo el año próximo, agravados por algunas
subidas de impuestos de marcado signo regresivo, que eluden una reforma
fiscal progresiva enérgica y la lucha contra el fraude.
Ciudadanos, por supuesto, en su papel de apagafuegos y de acuerdo con su
exaltado neoliberalismo, también se ha sumado al acuerdo, si bien, una
vez aprovechado con oportunismo el hueco electoral abierto por la
ilimitada corrupción del PP y la descomposición política del país, la
insignificancia de este partido será creciente.
Nada tienen que aportar
que no hagan PP y PSOE al conflicto de la disyuntiva planteada ni al
fondo de la confrontación social existente.
Las costuras de la
sociedad saltan por todos los lados, como consecuencia del inmenso
dolor, sufrimientos, miedo e inseguridad que soporta una parte
considerable de la población.
El paro, la precariedad, los salarios
míseros, la falta de protección al desempleo, la amenaza sobre las
pensiones, la degradación de los servicios públicos, la regresividad
impositiva, el deterioro de las infraestructuras, todo va a empeorar
inevitablemente con la política de austeridad que se ha diseñado, sin
que se pueda afirmar como se pretende, que al final, en el futuro,
estarán creadas las condiciones para empezar a salir de la crisis.
Todo
lo contrario: más ajustes solo pueden generar más desolación y más
angustia y ensombrecer el tenebroso y degradado panorama cenagoso que
ofrece el país.
Seguimos instalados en la encrucijada con la
circunstancia agravante de que cada día la crisis social se agudiza y
por tanto remontarla cada vez se complica más. Los indicios de alguna
mejora económica sustentan una desigualdad creciente, responden a hechos
circunstanciales (precio del petróleo, tipos de interés, turismo) y no
pueden ocultar la gran vulnerabilidad de la economía española atrapada
en unos niveles de endeudamiento general, en particular la deuda
pública, más altos y más peligrosos que cuando estalló la crisis
financiera internacional en 2008.
Por otra parte, la apuesta
ciega por el euro, que determina la política siniestra y catastrófica
que se implantado a lo largo ya casi de una década, y que representa un
inmenso error histórico engendrado por el dogmatismo neoliberal,
auspiciado por los intereses del capital, aceptado fatídicamente por la
inmensa mayoría de las fuerzas políticas y sindicales, y siempre asumido
ingenuamente por los pueblos, choca ya con manifiestos signos de que la
unión monetaria no podrá sobrevivir, a pesar de estar inundada de
liquidez por el BCE y de ser incapaz de emprender otra política por las
contradicciones internas (el Eurogrupo ha tumbado la propuesta de
política fiscal expansiva de la Comisión de impulsar un plan de
infraestructuras europeas de 50,000 millones de euros).
Las
consultas en los países están marcadas por el rechazo a la integración
construida, el no en algunos referéndums, el “brexit”, también el
referéndum constitucional en Italia, cuando no es la propia situación
insostenible de algunos países, como el caso de Grecia, la que dicta una
sentencia inapelable sobre el futuro de esta Europa.
Es ya un lugar
común en muchos sectores de la izquierda el reconocimiento de la
imposible reforma de la Unión europea, aunque la resistencia a sacar la
conclusión lógica de que debe contribuirse a poner fin al proyecto, por
acuerdo general o unilateralmente por cada país, sigue prevaleciendo,
aunque posiblemente por poco tiempo, facilitando la izquierda con su
irresponsable actitud la aparición de respuestas demagógicas por parte
de la extrema derecha.
(...) para escapar del aberrante orden actual –austeridad y sacrificios en
medio de la abundancia de recursos productivos ociosos, incluidos
millones de parados-, tendrá que solventarse con la recuperación plena
de la soberanía política y económica y rompiendo con la Troika y
confrontando con los mercados.
Todo intento de recuperación
ideológica y política de la izquierda no puede eludir clarificar la
cuestión esencial de que hacer frente al fracaso rotundo de la Europa
neoliberal de Maastricht.
Plataforma Salir del euro" (Comunicado de la "Plataforma Salir del euro", en Rebelión, 16/12/16)
Alternativa a la salida del euro: europeseta electrónica de circulación interna
Existe una descripción con mucho humor, de economía-ficción,
sobre los beneficiosos efectos que se producirían si en Italia, el gobierno
impusiera una moneda digital (allá por el 2020), para salir de la quiebra
económica y política a la que la permanencia en el euro habría llevado al país. El objetivo se conseguiría rápidamente.
Los únicos perjudicados, los
especuladores de la deuda. Ver: J. D. Alt: ‘Europa,
2020: una ucronía iluminadora’. http://www.sinpermiso.info/textos/index.php?id=5467 )
Los artículos de Juan José R. Calaza (Juan José Santamaría y Juan Güell) muestran con
gran claridad las ventajas de una europeseta electrónica de circulación interna:
Para entender la europeseta electrónica. Qué es y, sobre todo, qué no es. Enlace: http://www.farodevigo.es/opinion/2012/12/02/entender-europeseta-electronica/720458.html
Para salir de la crisis sin salir del euro: España
debe emitir europesetas (electrónicas). Enlace: http://www.farodevigo.es/opinion/2011/11/27/salir-crisis-salir-euro-espana-debe-emitir-europesetas-electronicas/601154.html
Las europesetas electrónicas, complementarias al euro, estimularán el crédito sin efectos colaterales perversos. Enlace: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=165815
Juan Torres insiste en que es necesario emitir una moneda complementaria al euro. Sus artículos:
Marear la perdiz. Enlace: http://ccaa.elpais.com/ccaa/2013/02/08/andalucia/1360327224_588117.html
Hay alternativas, incluso dentro del euro.
Enlace: http://juantorreslopez.com/publicaciones/hay-alternativas-incluso-dentro-del-euro/
Más información en: 'Si Grecia, España, o
Andalucía emitiesen una moneda digital, respaldada por la energía solar
instalada en sus tejados, alcanzarían la soberanía financiera. La de dar
créditos a familias y empresas': http://comentariosdebombero.blogspot.com.es/2014/06/si-una-autonomia-o-una-gran-ciudad.html
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