13.12.16

Solo un intento substancial de cooperación entre los países puede sacarnos del agujero. Uno de los grandes obstáculos es, a mi juicio, el euro.

"(...) Mervyn King: El fin de la alquimia (Deusto), que ha sido celebrado por los economistas y la prensa internacional como uno de los mejores libros sobre la crisis.

 En su libro usted ofrece un nuevo enfoque de la crisis financiera. ¿Podría explicarlo?

Es muy interesante encontrarse en Estados Unidos porque en este país hay una gran tendencia a percibir al resto del mundo como una extensión de EE UU. Piensan que todos los problemas empezaron en EE UU, que la crisis financiera iniciada en su mercado de hipotecas de baja calidad se propagó a todo el sistema bancario estadounidenses y que eso dañó a la economía de EE UU y luego a la economía mundial. 

Yo siempre sigo el razonamiento inverso y digo que el problema empezó en realidad en la economía mundial, que hizo caer los tipos de interés a largo plazo y los bancos centrales de Occidente respondieron a eso recortando a su vez sus tipos de interés, lo que llevó a que el precio de todos los activos fuera hacia arriba, como el de las viviendas, por lo que la gente tuvo que endeudarse más para comprar los activos o financiarlos.

 El sistema bancario hizo lo que se suponía que tenía que hacer: satisfacer la demanda de créditos proporcionando más préstamo. Entonces el sistema bancario se hizo muy grande, y en vez de aumentar su capital se financió con créditos, lo que fragilizó el sistema bancario y bastó una simple chispa en un mercado, el de las hipotecas de baja calidad, para que la gente se diera cuenta de hasta qué punto era riesgoso y vulnerable el sistema bancario. Y entonces todo empezó a derrumbarse.

La razón por la que pienso que esto es importante es que si adoptas el criterio tradicional de que de alguna manera todo empezó en el mercado de la vivienda, entonces piensas que una regulación minuciosa de esa sola parte del sector financiero evitará una futura crisis y que eso hará muy fácil volver a la normalidad. 

Aún hoy algunos bancos centrales alrededor del mundo siguen pensando que mantener los tipos de interés bajos durante un tiempo más solucionará nuestros problemas. Sin embargo, si te vas al comienzo de todo esto lo que está muy claro es que ninguna economía puede salir de esto por sí sola. 

Incluso China, que sabe que tiene que tiene que pasar de producir para exportar a producir para satisfacer sus propias demandas internas, ha fracasado en hacer ese cambio en los recursos; de hecho, no tiene ante sí ningún incentivo evidente para efectuar tal cambio si al mismo tiempo el resto del mundo no reequilibra también sus economías.

Lo que tenemos delante es a países que se endeudaron, incluso países como España, que deprimieron la demanda y tienen un alto desempleo, que no están volviendo en absoluto a la normalidad, y bancos centrales que acaban reduciendo los tipos de interés. No es sólo que necesitan mantener bajo los tipos de interés, sino que tienen que continuar reduciéndolos.

 Y es por esta escalera mecánica hacia abajo que caminan las tasas de interés sin que nadie pueda bajarse. Considero que el problema ahora es muy serio. Solo un intento realmente  substancial de cooperación entre los países puede sacarnos de ahí. Uno de los grandes obstáculos es, a mi juicio, el euro."                                    (Entrevista a Mervyn King, ex-gobernador del Banco de Inglaterra, eldiario.es, 07/11/16)

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