"Bruselas, 9:30 de la mañana. El comisario Pedro se dispone a tomar su
café matutino. Espera, con poco entusiasmo, la visita del ministro
español Luis, quién se retrasa de nuevo. (...)
—Pero hombre, Pedro. ¿Es que hay algo de lo que preocuparse hoy en día?
—Efectivamente
Luis. El lunes por la tarde, justo después de la rueda de prensa, me
entregaron el informe del Banco de Central sobre el Balance Financiero
de las AAPP españolas
—Vaya Pedro. Otra vez ese dichoso informe. ¿Qué dice?
—Honestamente,
Luis. Creo que, en tu última visita, no tomaste buena nota de mi
mensaje. Desgraciadamente, tu país está cada vez más cerca de la
quiebra. A 31 de octubre de 2016, los activos financieros netos
presentaban un resultado de -947.743 millones de euros. Es decir, que en
tres meses os habéis empobrecido en otros 6.176 millones.
Además,
habéis corregido de forma muy sospechosa el dato de junio de 2016, ya
que ahora figuran -937.075 millones de euros en lugar de los -941.567
del informe anterior. Resumiendo, que os habéis “comido” 4.492 millones
que no se sabe muy bien dónde están. Según el informe, el
empobrecimiento real, en tres meses, ha sido de… ¡10.668 millones de
euros!
—Vaya Pedro. No tenía esa perspectiva ¿Estás seguro de que ese informe es correcto?
—¡Por
supuesto! Por otro lado, Luis, en tres meses habéis emitido nada menos
que 19.613 millones de euros de deuda adicional. ¡Esto es una locura! Tu
país, necesita endeudarse en tres euros para crecer uno. Este camino
sólo os lleva a un lugar. ¡Al abismo! Naturalmente, se irá España y toda
la Eurozona.
—Mira Pedro. Seguro que hay alguna
explicación a todo esto. ¡España va bien! Estamos en un momento dulce.
Estamos creando empleo…
—Por favor Luis. No me
tomes por estúpido. El informe también dice que habéis destruido empleo.
Las horas trabajadas en 2016 han disminuido respecto a 2015. Por lo
tanto, habéis recaudado menos y por ese motivo el fondo de reserva de la
Seguridad Social se agotará en breve. Habéis destruido empleos dignos
para crear empleos indignos, repartiendo el empleo entre más personas,
bajando la tasa de paro de forma engañosa.
—¿Cómo es posible tal cosa? No me lo puedo creer.
—¡Pues
te recuerdo que eres el ministro de economía! Prosigo. El informe dice
que no vais a cumplir el presupuesto de los ingresos de la Seguridad
Social. En vuestras previsiones, dijisteis que ibais a ingresar 145.385
millones en 2016, y a noviembre, llevabais sólo 112.601 millones de
ingresos frente a unos gastos de 123.678 millones, es decir, 11.077
millones de déficit, y no lo que dijeron la semana pasada tus amigos de
la AIReF. ¿Entiendes ahora por qué os estáis fundiendo el fondo de
reserva de la Seguridad Social?
—¿Dice algo el informe sobre los ingresos tributarios?
—¡Aquí
lo tengo! En 2016, hasta noviembre, habíais recaudado 173.175 millones
frente a los 168.486 del año 2015. Ahora bien, te recuerdo que este año
habéis aplicado un adelanto a cuenta del impuesto de sociedades de unos
8.000 millones, por lo que la conclusión del informe es que los ingresos
tributarios… ¡han caído en 2016 respecto a 2015!
—Pedro. Esto que me dices no es posible. ¡Pero si estamos creciendo al 3,2%! Somos los campeones de Europa… ¿o no?
—Tú
lo has dicho, Luis. ¿Cómo es posible crecer al 3,2% y que la
recaudación haya caído? Es difícil de creer. Pero, eso no es lo peor.
—¿Hay algo más?
—Efectivamente. He recibido otra carta más de “los Cuatro Jinetes de la Apocalipsis”.
—¡Maldita sea! ¿Y qué dicen?
—Vuelven
a insistir en que el PIB real es un 17% menor al oficial. Además, me
envían una serie de datos que demuestran, más allá de toda duda
razonable, que España no ha crecido un 3,2% en 2016, sino un 1,5%. Son
datos incontestables, Luis.
—¿Qué datos son los que aportan?
—Muy
variados y que históricamente tienen una correlación muy estrecha con
el PIB. Deja que te diga algunos ejemplos. El índice de consumo de
energía eléctrica de las empresas ha caído un 0,9% en 2016 respecto a
2015. El consumo aparente de cemento ha caído en 352.000 toneladas en
2016. No es posible crecer si estos indicadores decrecen.
—Bueno Pedro. Seguro que habrá una explicación. (...)
Las ventas de las grandes empresas crecieron en 2016
un 2,4%, mientras que en 2015 lo hicieron el 5%. Esto quiere decir que
están creciendo a un ritmo de algo menos de la mitad que el año
anterior.
La matriculación de vehículos creció en 2016 un 9,2% frente al
20% que lo hizo en 2015. Eso es menos de la mitad. Y si tomamos los
datos de vehículos industriales, sólo creció un 8,5% en 2016, que
comparado al 38,5% que creció en 2015… pues ya me dirás.
—Y todo eso ¿qué quiere decir, Pedro?
—Pues
muy sencillo Luis. Si el PIB en 2015 creció un 3,2%, y todos estos
indicadores de actividad en 2016, de alta correlación con el PIB, están
creciendo a valores inferiores, o incluso a la mitad, no es posible que
el PIB del 2016 haya crecido un 3,2%, o al menos, es lo que sugieren
estos señores. (...)
—No te preocupes Pedro. Hablaré con Mariano y con Cristóbal. Nos vemos en unas semanas.
PD: Cualquier parecido de esta conversación con la realidad, vuelve a ser pura coincidencia. (...)" (Juan Carlos Bermejo, Vox Populi, 15/02/17)
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