"La semana pasada se “revelaron” dos fotos instantáneas sobre la realidad
social y económica española, la situación financiera de las familias
patrias y del mercado laboral. Las conclusiones, muy alejadas de la
algarabía mediática: España no es un país para jóvenes, pero, además,
bajo la actual súper-estructura, es un país sin futuro.
Este análisis lo
completamos hoy con una instantánea actualizada de la deuda patria,
obtenida a partir de los datos publicados por Banco de España. Sin
soberanía monetaria somos rehenes de una deuda impagable.
La excesiva deuda total (4,13 billones de euros) y externa (1,17
billones de euros) nos hace tremendamente vulnerables a un aumento de la
aversión al riesgo en los mercados financieros y/o a un cierre del
grifo del BCE. En ese caso España entraría en un círculo vicioso. En el
trasfondo de todo, la salida en falso de la actual crisis sistémica.
(...) desde 2008 la deuda privada se ha reducido en casi 754.000 millones de
euros, normal en un proceso de desapalancamiento de familias, empresas y
entidades financieras. Por el contrario, se ha producido un fuerte
incremento de la deuda pública, en casi 1 billón de euros. Ello se debe
básicamente a dos razones.
Por un lado, la intensa recesión de balances
acelerada por las políticas económicas implementadas desde mayo de 2010,
y que activaron los estabilizadores automáticos. Por otro, a un
incremento del stock de deuda pública correspondiente a fondos que se
destinan no a sufragar gastos operativos corrientes o de capital, sino a
ser nuevamente prestados a terceros (rescate bancario). (...)
En el momento actual el mayor acreedor de las administraciones públicas
es el sistema financiero español, cuya posición acreedora con las AA.PP.
representa el 47,5% del total. El segundo mayor acreedor de las AA.PP.
es el resto del mundo, casi el 38% del total. El Estado Central se ha
convertido en el principal acreedor del resto de administraciones
públicas –CC.AA. y ayuntamientos- en términos de préstamos concedidos. (...)
La deuda externa supera los 1,17 billones de euros, cifra que representa
el 107% del PIB español. Esta cantidad significa el 28% de la deuda en
su conjunto de la economía española. El resto es deuda entre sectores
residentes. La cifra es muy parecida a 2008, un poco más alta, pero la
composición ha variado drásticamente. El 48% de la deuda externa
corresponde ahora al sector público, frente al 20% de 2008.
Por el
contrario, las deudas que nuestras entidades financieras deben al
exterior representan “solamente” el 26% del total de nuestra deuda
externa, frente al 54% en 2008. Mientras, la deuda externa de las
sociedades no financieras representa el 26% del total de la deuda patria
con el exterior, cifra casi idéntica a 2008.
Lo que estos datos
confirman es por qué desde el exterior, con el apoyo entusiasta de las
élites bancarias, se impuso una política de austeridad. Se trataba de
disponer recursos públicos para destinarlos a financiar a terceros, a
ellos. (...)
La carga de la deuda en los países desarrollados se ha convertido en un
evento extremo utilizando cualquier medida histórica y requerirá una
ola de condonaciones de deuda, negociadas o no. Ello es especialmente
cierto en países que carecen de soberanía monetaria, entre ellos los que
forman parte de la zona Euro. En este caso la deuda se acaba
convirtiendo en un arma de destrucción masiva y de imposición de
políticas al dictado de los acreedores." (Juan Laborda, Vox Populi, 02/02/17)
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