"(...) Una de las dificultades para un proyecto transformador en España
como el que ustedes propugnan es la dimensión europea. A parte de Syriza
o Cinque Stelle, no se vislumbran muchos aliados continentales potentes
para torcer la mano de Bruselas.
El problema de fondo es
que esta UE es una maquina de fabricar fascistas y partidos de extrema
derecha. No es que haya una Europa democrática y lleguen de fuera los
fascistas y la ultraderecha, sino que una cosa es consecuencia de la
otra.
Hay un poder externo a ti, no democrático, como es la UE, que es
un protoestado no democrático, que coloca poderes por encima de tu
soberanía para tomar decisiones con las que no estás de acuerdo o que
implican no poder cambiar las políticas del país.
El ejemplo de
Syriza es paradigmático. ¿Qué le dice la troika al pueblo griego? “Os
habéis equivocado votando a Syriza. Y os vamos a demostrar que os habéis
equivocado castigándoos duramente. Vamos a hacer un escarmiento con
Syriza”. Eso fue lo que se hizo. ¿Y por que se hizo un escarmiento? Pues
por los cambios que se estaban dando en Europa, por Podemos y la
sensación que corría por Europa de que todo tenía que cambiar.
Lo que va
a ocurrir ahora es que están alarmados ante los populismos, pero los
alarmados son los que han creado las condiciones para que surja esa
extrema derecha: por su carácter profundamente antidemocrático,
subalterno a los intereses imperiales de Estados Unidos, su carácter
profundamente regresivo en cuanto a derechos sociales y libertades, y,
sobre todo, su dependencia enorme de los poderes económico.
Con
estas cuatro características es claro que este modelo no tiene ninguna
adhesión por abajo, no tiene un relato, como dicen ahora los jóvenes,
ilusionante o esperanzado que permita vislumbrar que de ahí venga algo
positivo. Y nosotros queremos gobernar este país pero también sabemos
que una parte sustancial del obstáculo para gobernar vendrá de la UE, y
nos preparamos también para vencer esos obstáculos.
Nos gustaría que la
UE; lejos de ser un obstáculo, que se convirtiera en un instrumento de
liberación. Nosotros aspiramos a hacer dos cosas: cambiar nuestro país y
contribuir a cambiar Europa en el sentido que quieren los europeos y
las europeas.
Es decir, todo a lo que aspiran los trabajadores
del sur de Europa es aquello a lo que aspiramos nosotros: consolidar
nuestras libertades públicas, desarrollar nuestros derechos sociales,
trabajo y dignidad, pleno empleo y quien no lo tenga, una renta
garantizada, defensa irrestricta de una educación y una salud de
calidad…
Eso es lo que quiere la ciudadanía. Nosotros vamos a intentar
por eso, veremos qué margen de maniobra nos da la Unión Europea. Ya nos
gustaría que fuésemos un instrumento para cambiar las cosas en España
pero también en la Unión. (...)" (Entrevista a Manuel Monereo,Pedro Vallín
, La Vanguardia, en Rebelión, 21/03/17)
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