23.3.17

Nos quedan 5 años para alcanzar el empleo de 2007... pero como la tasa de actividad es más baja, si ésta volviese a los niveles de 2007, aún nos quedarían ocho o nueve años más para alcanzar el pleno empleo a la española... sólo para ingenuos o ignorantes, lo peor ya ha pasado

"La economía española tiene el dudoso honor de ser de las pocas en la UE que no ha alcanzado el nivel previo a la crisis en materia de empleo. Los sesudos analistas gubernamentales y sus esbirros en las tertulias acientíficas andan en estos días pregonando que ya hemos logrado alcanzar el PIB previo a la crisis.

Según las cifras oficiales nos faltarían algo más de 3,5 millones de empleos para culminar la década perdida para la economía española, es decir aquella que nos ha llevado desde la euforia de la burbuja inmobiliaria, al descalabro social y las cotas de desigualdad y pobreza no vistas desde hacía mucho tiempo.

Nos quedan 5 años para alcanzar el empleo de 2007

España, por tanto, no es el alumno aventajado, ni el ejemplo a seguir en ningún aspecto, ya que, a pesar del viento de cola (igual para casi todos los países), no somos capaces de crear suficiente empleo, a pesar del crecimiento del PIB.

 Si el crecimiento del PIB se mantuviese al ritmo actual, y teniendo en cuenta el latiguillo absurdo que siempre se añade en economía: ceteri paribus, tardaríamos cinco años más en alcanzar el mismo nivel que tenía España en 2007, eso sí con una tasa de paro del 8%. 

Pero como la tasa de actividad es manifiestamente más baja, si ésta volviese a los niveles de 2007, aún nos quedarían ocho o nueve años más para alcanzar el pleno empleo a la española, una cifra que demuestra el grave problema estructural de la economía española.

 Lamentablemente para algunos ingenuos o ignorantes, lo peor ya ha pasado y por supuesto la situación se va a revertir sin mayor problema en los próximos trimestres, seguramente por mor de la divinidad que nos protege (...)

La gracia del análisis tan optimista que suelen hacer los pseudo científicos que asesoran al Gobierno y a las grandes empresas es que parece que las causas de la crisis sistémica que padecemos se han disipado y no volverán nunca.

No es suficiente con mantener una deuda pública sobre PIB por encima del 100%, y creciendo, no ser el país más dependiente en materia energética o tener un sistema bancario que se tambalea en cuanto sopla un poco el viento, a pesar de los esfuerzos por seguir engañando a los depositantes. 

Además, tampoco es arriesgado fiarlo todo a ver si en las sucesivas campañas turísticas nos visitan más o menos 75 millones de españoles como ha reconocido Rajoy en otro discurso delirante ante su ejército de pelotas regionales.

Los graves problemas de España se mantienen: sobreendeudamiento, desempleo crónico y fragilidad bancaria

La estructura de la economía española es tan débil como antes de la crisis, con un entramado empresarial obsoleto y muy aficionado a los mercados oligopolísticos, tanto naturales como sobrevenidos, que una parte no desdeñable depende del BOE y las mordidas obligatorias para sustentar una clase política tan absurda, como prescindible, y una sociedad hastiada y borreguil.


Como casi siempre, los vientos de cola en España suelen ser más beneficiosos, debido a nuestra tradicional dependencia de lo ajeno: tipos de interés en un país muy endeudado, precios del petróleo bajo en una economía muy dependiente. Estos factores, particularmente la compra de basura en balance de bancos y empresas por parte del BCE, son responsables de algo más de 1,5 p.p de nuestro crecimiento diferencial en este espejismo de recuperación económica.

Sin viento de cola mundial, España crecería 1,5 p.p menos

La pregunta es si se mantendrá este equilibro inestable si se tuerce el efecto Dragui y los precios de la energía se dispara, como algunas previsiones apuntan. Ahí vamos a sufrir mucho porque no tenemos alternativa al turismo ni al petróleo barato.

 No hay que olvidar que, si aislamos al turismo y hostelería y al comercio dependiente de aquél, el empleo creado sería tan reducido que nos quedaríamos a 10 años de alcanzar los niveles previos a la crisis.

 Es cierto que los niveles de exportación han crecido mucho, y hoy suponen el 33% del PIB, algo sobrevenido tras la hecatombe interna, pero nunca podremos suplir la demanda interna por demanda externa para poder sustentar nuestro crecimiento y bienestar.  (...)"               ( Alejandro Inurrieta 

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