17.4.17

El Gobierno de izquierdas portugués cumple su palabra de 'pasar la página de la austeridad'

"Un país rescatado, en el universo de la austeridad, saliendo de la crisis, con vigilancia máxima de la troika y reduciendo las desigualdades sociales. Bajo este escenario, suenan racionales las palabras del jefe del Ejecutivo luso: "El año 2016 ha acabado en perfecto estado de revista", dijo Antònio Costa.
No es para menos. Después de sólo dos planes presupuestarios de la coalición de izquierdas, Portugal, uno de los socios rescatados por el club del euro, ha retornado a la senda del crecimiento. Todavía mejor. Ha conseguido reconducir el déficit fiscal hasta el 2,1%, cuatro décimas por debajo de la exigencia del Eurogrupo, un nivel desconocido desde la época de la transición a la democracia, en 1974.

Con reducción de las desigualdades. Los ciudadanos lusos han visto recuperarse a los salarios, las pensiones y el empleo. Hasta cotas previas al inicio de la crisis. Con un recetario keynesiano, alejado de la rigidez presupuestaria inculcada (y exigida) desde Alemania a sus socios monetarios en riesgo de quiebra.
Hecho incontestable, que otorga a Costa la recompensa del deber cumplido. Su compromiso electoral de “pasar la página de la austeridad” es una realidad. Antes, incluso, de rebasar el ecuador de su mandato.
La recuperación de la economía lusa ha sido admitida por las autoridades comunitarias. Màrio Centeno, su titular de Finanzas, lo describió como “una gradual asunción de la realidad”, después de trece trimestres consecutivos de crecimiento y un dinamismo del 2% en el último tramo de 2016. “A lo largo del proceso de consolidación presupuestaria, la economía portuguesa ha sido capaz de adentrarse también en la senda de los números negros”, explicó Centeno en la última reunión del Eurogrupo.

 (...) la economía portuguesa no puede cantar aún victoria. El consenso del mercado alerta de dos notables nubarrones en el horizonte inmediato. 

El primero, el coste de la recapitalización bancaria que todavía debe acometer el Ejecutivo. El Eurogrupo califica de “sumamente frágil” al sistema financiero. El Gobierno luso tuvo que emplear 4.400 millones de euros en 2014 para limpiar los activos tóxicos bancarios.  (...)

El segundo factor de riesgo es la desorbitada deuda pública, en el entorno del 130% del PIB -más de 232.000 millones de euros-, y que no tiene visos de moderarse a medio plazo, ya que podría añadir más lastre si el déficit se deteriora de nuevo. (...)

En Portugal, el gabinete Costa ha sido capaz de devolver al mercado laboral 90.000 personas, según las estimaciones oficiales, lo que ha dejado la tasa de paro al borde de abandonar los dobles dígitos. La Comisión augura un 10,1% de desempleado este año y un 9,4% en 2018.  (...)

Peter Goves, estratega de Citi, lo explica de forma gráfica al afirmar que el crecimiento portugués, sus necesidades financieras, la consolidación de sus cuentas y la recapitalización de sus bancos están en mejor disposición que, por ejemplo, Italia.  (...)

En Lazard se confía en que el despegue progresivo del sector exterior añada el suficiente combustible adicional a la economía como para que Portugal logre un mayor registro inversor en el próximo presupuesto, que contribuya a capear el saneamiento bancario y sus bajos niveles de beneficios y rentabilidad.  (...)

También la OCDE, en un reciente diagnóstico, incide en estos términos.
Portugal -dice- “está inmersa en una gradual recuperación, después de varios ejercicios de profunda recesión”, con importantes esfuerzos de “consolidación y subsanación de desequilibrios”. (...)"                (Público, 09/04/17)

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