12.5.17

Si los ganadores de la globalización son Alemania y China... y los perdedores, Inglaterra, Estados Unidos y Francia... no es extraño que se origine como reacción un 'brexit', un 'trump', un 'le pen'... proteccionistas

"Para entender las reacciones sociales -y luego electorales- contra los gestores de la globalización, a escala mundial o a escala europea, habría que concretar quiénes son los ganadores y quiénes los perdedores de esos mercados rampantes.

A escala planetaria, los datos del Banco Mundial sobre la balanza externa (de bienes, servicios y transferencias) informan de que los dos grandes ganadores son China y Alemania (en menor medida, Japón) y que los grandes perdedores son Estados Unidos seguido del Reino Unido. Los primeros estarían acumulando excedentes y ahorro mientras que los segundos anotan déficits y necesidad de préstamos del exterior.

Puede que esto nada preocupe a empresas estadounidenses o británicas que fabrican en China lo que venden en todo el mundo, pero complica mucho las cosas a sus economías nacionales respectivas. Y más aún si los lucros de estos negocios se trasladan a paraísos fiscales.

Si a eso añadimos que en el caso del Reino Unido su déficit comercial dentro de la UE supone una parte mayoritaria de su déficit externo global, la imputación del desequilibrio no es extraño que origine como reacción un brexit proteccionista. 

Justo al revés sucede con Alemania, que anota un superávit comercial dentro de la UE nada despreciable (en concreto, las cifras son de un déficit de 118.000 millones para el Reino Unido y un superávit de 72.000 millones en Alemania, datos Eurostat para el 2015).

De manera que ganadores y perdedores globales también lo son dentro de la UE. Por eso creo que, junto a asuntos de empleo interno derivados, el presidente Trump llega a serlo por catalizar la reacción ante ese déficit externo y el triunfo del brexit es la reacción contra el declive británico dentro de la UE.

Francia es, como el Reino Unido, un perdedor de la globalización a escala mundial. A menor escala, porque cuenta con un factor compensatorio, el turístico, en el que es campeón mundial. Pero dentro de la UE tiene un déficit comercial de 84.000 millones, el segundo mayor después del Reino Unido.
No es extraño que tome cuerpo la percepción de que romper con la actual UE (y con el euro germano) les ayudaría a corregir un déficit comercial que se traduce en menguante capacidad financiera y presupuestaria.

Claro que la cosa no acaba ahí. Dentro de la UE cada país pone y recibe recursos. Pero esos saldos netos en relación al PIB son negativos y semejantes en el Reino Unido y Alemania. Negativos quiere decir que ponen más recursos de los que reciben para mantener la UE. 

Alemania consigue dentro de la UE un superávit comercial cinco veces mayor que lo que pone cada año, mientras que el Reino Unido, poniendo el mismo porcentaje que Alemania, cosecha un gigantesco déficit comercial.

¿Y Francia? Pues es contribuyente neta a pesar de que dentro de la UE no le salen las cuentas comerciales. Los ganadores (Alemania, Holanda y otros) no aportan en proporción a lo que consiguen, al tiempo que algunos perdedores hacen un esfuerzo semejante. 

No es de extrañar que tanto Le Pen como Mélenchon encuentren un creciente respaldo social disconforme con tales asimetrías."                  (Albino Prada,  La Voz de Galicia, ATTAC España, 30/04/17)

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