15.5.17

Con una mayoría de la población confundida por falsas narraciones, imágenes desgarradoras, y noticias falsas, a los secuaces de las cloacas del Estado han sido capaces de controlar a las masas con relativa facilidad

"(...) Estamos inmersos hace tiempo en un fin de ciclo. Fin de ciclo económico -agonía del régimen neoliberal y del súper-ciclo de deuda que engendró-. Fin de ciclo geopolítico -pérdida paulatina de influencia de Occidente en un mundo multipolar-. 

Agonía de una superestructura económica empeñada en reconstituir el sistema existente con el objetivo de favorecer de manera permanente a la clase dominante, los más ricos, los intereses corporativos. Pero no duden ustedes que “morirán matando”, aumentando el dolor de la ciudadanía, aquí y allá. Son psicópatas.

 Si no hay un cambio de rumbo hay muchas posibilidades de que el sistema siga adelante, sí, independientemente de su disfunción, hasta que se descomponga. Cuanto más tarden en darse cuenta de que todo llega a su fin, mayor será la caída de un sistema fallido, al borde del colapso, distópico. 

La superclase lo sabe, pero se revuelve panza arriba, pretende asaltar lo último que queda del estado de bienestar y libertad en las otrora economías occidentales, y llevarnos al infierno. No nos olvidemos de que son insaciables. Es la decadencia de unas democracias secuestradas. Solo nos queda la rebeldía, el pensamiento crítico, nuestra libertad.

 No dejo de sorprenderme por la capacidad de los que están en el poder de crear una narración aceptada de manera sumisa por una población, salvo honrosas excepciones, de pensamiento no crítico, crédula. (...)

Con una mayoría de la población confundida, distraída, maleable, voluntariamente ignorante y fácilmente manipulada por falsas narraciones, por imágenes que desgarran el corazón y noticias falsas, los secuaces de las cloacas del Estado han sido capaces de controlar a las masas con relativa facilidad.

 Resulta curioso ver como los distintos presidentes del gobierno, presidentes de repúblicas y sus primeros ministros, todos ellos, terminan haciendo aquello que les dictan desde arriba, la superclase. No importa lo que dijeron durante sus campañas electorales. Trump es el último ejemplo. (...)

El proyecto de ley aprobado por los republicanos en el Congreso de los Estados Unidos niega un seguro de salud asequible a millones de estadounidenses, a los débiles, a los pobres y a los ancianos, para financiar un recorte de impuestos de 600.000 millones de dólares durante los próximos diez años para los más ricos, ese uno por ciento insaciable. 

Uno de los que mejor define la situación a la que hemos llegado, aquí y allá, es el ex congresista estadounidense Ron Paul en su libro Swords into Plowshares: A Life in Wartime and a Future of Peace and Prosper. En él Ron Paul se hace preguntas básicas relativas a su país, pero extrapolables a otros, muy especialmente el nuestro:

“¿Cómo llegó el pueblo estadounidense a creer que la intervención de Estados Unidos en Oriente Medio nos haría más seguros cuando hace exactamente lo contrario? ¿Cómo llegó el pueblo estadounidense al punto de creer que las guerras inconstitucionales son necesarias para proteger nuestras libertades y nuestra Constitución? ¿Por qué permitimos que la NSA, la CIA, el FBI, la TSA, etc. destruyan nuestra libertad, como parte de la Guerra Global contra el Terror, con el pretexto de que están preservando nuestra libertad? ¿Por qué los políticos mentirosos son reelegidos y se les permite llevar a la quiebra a nuestro país, destruir nuestro dinero, y entrar en guerras sin el consentimiento adecuado? ¿Por qué el pueblo estadounidense sufre en silencio y no grita "Basta, ya es suficiente"? Esto puede y debe ser detenido."

Les propongo que trasladen esas palabras a nuestra querida España y verán las coincidencias. ¿Hasta cuándo permitiremos el olor nauseabundo que emana de las cloacas patrias? Cuanto más tardemos, más lúgubre será el futuro de nuestros hijos y nietos."               (Juan Laborda, Vox Populi, 07/05/17)

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