"Las entidades de depósito que operan en España todavía tienen 41.600 millones de
euros en créditos de dudoso cobro concedidos para actividades
inmobiliarias y de construcción. Eso significa que el conjunto de la
banca aún no ha concluido la limpieza de balances acometida tras el
estallido de la crisis del ladrillo, en buena parte con dinero público.
El último Informe Económico y Financiero (IEF) del Banco España, recientemente publicado con datos de 2016, señala que el volumen de créditos en riesgo de impago destinados a dichas actividades ha descendido
de forma sustancial desde 2012, año en que alcanzaron su nivel más
alto. Sin embargo, a 31 de diciembre pasado todavía representaban un
26,5% del total.
Eso significa que uno de cada cuatro euros que las entidades tienen invertidos en la construcción y promoción inmobiliaria es
poco probable que lo recuperen. De ahí las fuertes dotaciones
realizadas por ellas, sobre todo a partir de 2011, para curarse en salud
ante futuros problemas. Al cierre de 2016 estaban provisionados un 60%
de los créditos dudosos.
A pesar de las catastróficas consecuencias de la crisis del ladrillo, la actividad inmobiliaria sigue siendo el destino del 22,7% de los préstamos
concedidos por la banca a las empresas no financieras, mientras que la
construcción copa el 7,3%. No obstante, ambos porcentajes están muy
lejos de los máximos históricos alcanzados la década anterior (35,3% y
17,2%, respectivamente).
El año pasado cerró con un saldo vivo de 157.000 millones de euros en
créditos a la construcción y promoción inmobiliaria, tras una reducción
del 60% respecto a los 376.000 millones de 2011. De esta última
cantidad, la banca traspasó alrededor de una quinta parte a la Sareb, la
empresa encargada de liquidar los peores activos, con dinero del propio
sector y del Estado. (...)" (Público, 10/05/17)
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