11.9.17

Banco Central Europeo: la tasa de paro oficial subestima la magnitud del desempleo que, en la eurozona, afectaría al 15%-18% de la población activa. Por eso la 'recuperación' es de boquilla...

"(...) el incremento de los salarios sigue siendo limitado. 

Y eso es lo que deja más bien perplejos a los economistas, cuyos modelos postulan, según la Curva de Phillips, una relación inversa entre la evolución de la tasa de desempleo y el ritmo de la subida de los salarios (y de los precios), ya que cuando la primera disminuye, el segundo aumenta.

El hecho de que esta ecuación fundamental de la macroeconomía contemporánea no se cumpla merece una explicación. Esta es la que ha propuesto recientemente el Banco Central Europeo (BCE): la tasa de paro oficial subestima la magnitud del desempleo que, en el conjunto de la eurozona, afectaría a entre el 15% y el 18% de la población activa.

A priori, esto encaja con la realidad, en la que los empleos precarios y el trabajo “a tiempo parcial involuntario” han constituido hasta ahora, en un gran número de países dentro y fuera de la zona euro (sobre todo en Alemania y en Reino Unido), una variable de ajuste del mercado laboral. Y en EE UU, tras ocho años de recuperación, la tasa de participación en el mercado laboral todavía no ha recuperado el terreno perdido durante la Gran Recesión.

¿Podemos deducir de ello que simplemente hay que tener paciencia? ¿Que, aunque el crecimiento sea claramente inferior al que hayamos podido tener en el pasado, los empleos “buenos” sustituirán progresivamente a los “malos” y que la creciente tensión en el mercado de trabajo se traducirá en algún momento en una subida de los salarios que, a su vez, sostendrá el gasto de los hogares y consolidará la recuperación económica?

 Este escenario no es algo que caiga por su propio peso, si tenemos en cuenta otra característica del periodo actual, tanto en EE UU como en la eurozona: la escasa mejora de la productividad. Numerosos economistas consideran que esta es la causa del débil aumento de los salarios y del crecimiento en definitiva modesto de nuestras economías. (...)

¿Por qué, preguntan, tendrían que invertir las empresas en equipamientos para aumentar la productividad de los trabajadores en una situación en la que no hay una presión al alza sobre los salarios y en la que no abundan las carteras de pedidos?

La pregunta —que insinúa que los salarios no son lo suficientemente elevados para que los robots tengan una oportunidad en el mercado laboral— no es descabellada. De hecho, la sustitución del trabajo por el capital está prácticamente estancada en Europa y en EE UU desde 2013.

 Es cierto que esto no basta para demostrarlo (el BCE, por otra parte, saca una conclusión opuesta). Así y todo, aunque es verdad que la debilidad de la coyuntura ha frenado el aumento de la productividad, las “reformas estructurales” no nos sacarán de la trampa del crecimiento poco vigoroso. Y Europa —con Macron a la cabeza— perderá su apuesta."            ( , El Pais, 28/08/17) 

No hay comentarios: