20.9.17

La herencia de Rajoy: 58.000 nuevos ricos y 1,4 millones de pobres en cuatro años

"La crisis económica ha sido, y sigue siendo, un buen terreno de negocios para una minoría mientras amplias capas de la población sufren el desgarro social derivado de la cada vez más intensa tendencia a la concentración de la riqueza: la afloración de más de 58.000 nuevos ricos en los mismos cuatro años en los que más de 1,4 millones de personas han pasado a ingresar menos de 6.000 euros anuales da fe del ritmo al que se abre la brecha social en un país que está batiendo sus propios récords de desigualdad, con las cotas de creación de riqueza y de extensión de la pobreza en niveles máximos de manera simultánea .

Los datos del Impuesto de Patrimonio revelan cómo en solo cuatro años, de
2011 a 2015, la cifra de contribuyentes españoles que poseen entre 1,5 y seis millones de euros ha pasado de 39.810 a 50.738, mientras los que superan esa cifra, equivalente a mil millones de las antiguas pesetas, lo ha hecho a un ritmo más intenso al pasar de 4.717 a 6.480.

 Suman 12.691, aunque, en realidad, la nómina de millonarios que declaran su fortuna al fisco ha aumentado más. Las estadísticas de la Agencia Tributaria oscurecen ese dato con su división por tramos, aunque la propia gestión del impuesto, que grava a quienes poseen un acervo mobiliario (acciones, seguros) e inmobiliario superior a los 700.000 euros, con una exención de hasta 300.000 por la vivienda habitual, revela que la cifra de ricos que lo declaran ha crecido un 44% en esos cuatro años, en los que ha pasado de 130.216 a 188.680; es decir, 58.464 más.

 Ese aumento de los ricos ha ido paralelo con una mayor concentración de la riqueza. Los 130.216 declarantes de este tributo en 2011 suponían el 0,27% de la población estatal y poseían bienes por valor de 430.668 millones que equivalían al 40,2% del PIB. Los 188.680 registrados cuatro años después son el 0,4% del censo, mientras su patrimonio conjunto de 582.612 millones ya alcanza el 53,9% del Producto Interior Bruto.

Y esa concentración ha sido simultánea a un corrimiento a la baja de las rentas en los estratos menos pudientes del país, los que aglutinan a los más de doce millones de contribuyentes que perciben menos de 20.000 euros al cabo del año, y que suponen dos terceras partes del total. Son los mileuristas, ya que se trata de ingresos brutos en el caso de los salariales, y los inframileuristas.
 
El efecto es especialmente intenso entre quienes ingresan menos de 6.000 euros al año, que entre 2011 y 2015 pasaron de manera progresiva de ser cuatro millones de personas a 5,4.

  Ese aumento de 1,4 millones de contribuyentes en ese tramo indica una extensión todavía mayor de los niveles de pobreza, cuyos umbrales de 2015 estaban oficialmente fijados en 8.010 euros para los hogares unipersonales y en 16.823 para los de dos adultos y dos niños, en los que, llevan años cayendo ciudadanos de los escalones de renta inmediatamente superiores al anterior: 1,3 millones de personas han desaparecido del tramo de 6.000 a 12.000 euros y 479.119 han salido del siguiente, el que va de esa cifra a los 20.000.  (...)

Este cuadro indica que la concentración de la riqueza se está produciendo de una manera simultánea al desplome de las rentas bajas, en las que cada vez más gente ingresa menos dinero, y a una mejora de las medias y altas. Y pone de manifiesto, como ya hicieron hace unos meses dos organismos tan antagónicos como el Consejo Económico y Social (CES) y la Airef (Autoridad Fiscal Inependiente), la escasa efectividad del sistema redistributivo español.  (...)"             (Eduardo Bayona, Público, 17/09/17)

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