"En el Norte de Portugal, a apenas 200 kilómetros de la frontera con
España, se ultiman los preparativos para la que el próximo año se
convertirá la mayor plantación de marihuana de la península ibérica.
Y legal. Tan legal como que cuenta con la colaboración del Gobierno luso, que apoya el proyecto de producción de cannabis para uso terapéutico de la multinacional canadiense Tilray, con una inversión de 20 millones de euros y una previsión de creación de empleo superior al centenar de personas.
Será
en en la pequeña Catanhede (Coímbra), una localidad de 7.000 habitantes
donde se ubica el parque de biotecnología público Biocant Park. Tilray Portugal,
creada en marzo de este año, desarrollará en él su “planta de
procesamiento industrial y purificación” del cannabis con fines
medicinales, con una producción en 2018 de 62 toneladas.
Este mismo mes comenzarán la construcción de las instalaciones para el
cultivo y procesamiento del cáñamo, incluidos campos de siembra, un
invernadero de 10.000 metros cuadrados y un nave de procesamiento de 1.500 metros cuadrados, con laboratorio y banco genético incluidos. La compañía prevé concluir las obras la próxima primavera.
Tilray es propiedad de Privateer Holdings, una empresa
participada a su vez por Founders Fund, fondo de capital riesgo
regentado por Peter Thiel y otras estrellas de Sillicon Valley. Thiel
fue fundador de PayPal y se sienta en el consejo de administración de
Facebook, compañía de la que fue uno de sus primeros inversores. Su
producto estrella tiene más de recreativo que de medicinal. Se llama
Marley Natural, una suerte de marihuana premium desarrollada en
colaboración con Cedella Marley, hija del mítico Bob Marley, que
actualmente solo se comercializa en California. (...)
Portugal se convertirá así en el principal productor europeo de cannabis terapéutico,
dentro de un proyecto denominado EU Campus con el que aspira a alcanzar
los 10 millones de clientes y una facturación de 40 millones de euros.
En suelo europeo, la competencia de Tilray se llama Bedrocan y MGC
Pharmaceuticals, con centros de producción en la República Checa y
Países Bajos.
Según declaró a la prensa lusa el presidente
ejecutivo de Tilray, Brendan Kennedy, la elección de Portugal para esta
inversión se debe a que es un país “con acceso al mercado común y a
trabajadores altamente cualificados en el área de la salud
biotecnología”, pero sobre todo al clima favorable para el desarrollo de
la planta cannabis. “Portugal tiene el clima ideal. El clima fue extremadamente importante en la elección, porque podemos producir productos más adecuados al entorno”, reconoció.
Tilray opera en la actualidad en Canadá, Australia y Nueva Zelanda.
Su proyecto portugués está planteado como su puerta de entrada en
Europa, principalmente de cara al mercado alemán, donde se registra un
gran incremento del consumo de cannabis medicinal desde
de que se autorizó su uso, a principios de año. “Vimos que existe una
demanda masiva desde Alemania y necesitábamos construir una gran
factoría rápidamente”, explicó Kennedy.
La empresa exporta sus productos
a seis países, aunque prevé introducir sus productos a corto plazo en
otros cinco, impulsado por los crecientes cambios en la legislación de
distintos estados europeos.
El apoyo del Gobierno de izquierdas
portugués ha sido fundamental para lograr la implantación de la
canadiense en el norte del país, a pesar de que, al igual que en España,
el uso de cannabis para fines medicinales está prohibido en Portugal.
A principios de este año, el Bloco de Esquerda, socio del Ejecutivo,
avanzó la presentación de iniciativas para legalizarlo tanto para uso
terapéutico como recreativo, aunque hasta el momento no ha formalizado
ninguna propuesta en ese sentido. (...)
En la planta portuguesa se realizarán labores de investigación sobre la eficacia medicinal de la marihuana.
En la actualidad ya se emplea en casos de estrés postraumático,
enfermedad pulmonar obstructiva crónica (Epoc), epilepsia pediátrica y
náuseas provocadas por los tratamientos con quimioterapia. Los estudios
se realizarán a través de alianzas con investigadores académicos y hospitalarios de Portugal. (...)
“Cuando la prohibición termine, tenemos la intención de mantener la posición más envidiable en el mercado y generar enormes beneficios, tanto financieros como sociales”, asegura la compañía.
En los últimos años Estados Unidos ha vivido un proceso de legalización y comercialización del cannabis,
la droga ilegal más consumida en el mundo. Colorado, Alaska y Oregón
autorizaron su venta al por menor. Washington, por su parte, legalizó el
uso de la marihuana para el ocio, aunque su tráfico está prohibido. En
total son 23 los estados que permiten su uso médico.
En España, el
Congreso de los diputados aprobó en marzo de este año la creación de una
subcomisión parlamentaria que estudie regular el uso terapéutico del cannabis, para que, “basándose en las evidencias científicas, dé garantía en materia de salud a los pacientes”." (El Confidencial, 16/09/17)
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