"El sistema financiero español, y con él sus accionistas, depositantes y
trabajadores, no gana para sustos. Después de aquel chiste que
escuchamos hace unos años sobre la solvencia y salud de nuestros bancos,
ahora vuelven a escucharse los tambores de crisis con Liberbank, una
vez se dejó caer al Popular en manos del Santander.
La reciente historia nos ha demostrado que todas las instituciones
han fallado en la reciente crisis bancaria que se ha saldado, de
momento, con una abultada carga financiera para los ciudadanos, cantidad
que nadie conoce con exactitud. Tanto el regulador, como el supervisor
(Banco de España) miraron para otro lado e hicieron dejación de
funciones, con el argumento que no tenían instrumentos suficientes para
revertir la enorme burbuja de crédito que generó el sector inmobiliario.
La locura generada entre inversores por los instrumentos financieros
diseñados exprofeso para fondos de inversión y de pensiones,
globalizaron el problema y extendieron la basura inmobiliaria entre
millones de partícipes, muchos de ellos analfabetos financieros,
víctimas de la codicia de bancos comerciales y de inversión.
La ausencia de reguladores y supervisores diligentes explica una parte de las quiebras y crisis financieras en España
Este proceso de globalización financiera, muy aplaudido por los que
se creen lo de la eficiencia de los mercados de capitales y las
expectativas racionales, afectó a miles de instituciones que, aún hoy,
siguen sufriendo la digestión del pinchazo de la burbuja inmobiliaria.
Este virus sigue contaminando los balances de muchos bancos, no solo
españoles, lo que se agrava en muchos caos, con la quiebra y disolución
de muchas de las inmobiliarias que fueron el germen del problema.
Por
supuesto que, junto al deterioro de la salud contable y financiera de
las entidades, la quiebra de muchas familias de ahorradores que fueron
engañadas por directores de oficina bancaria para comprar preferentes o
deuda subordinada, amén de otros productos igual o más complejos de
entender.
El germen inmobiliario no se ha extirpado todavía de muchos balances bancarios
Este cáncer no se ha extirpado porque las causas que provocaron este
quebranto siguen latentes. El negocio bancario es ruinoso con los tipos
de interés nulos o negativos, por lo que la cuenta de resultados de los
bancos se resiente y no acaban de lograr hacer rentable la concesión de
crédito. El principal problema sigue siendo la acumulación de basura
inmobiliaria en el balance, la morosidad del sector y la escasa
transparencia que siguen mostrando hacia el exterior.
Además, los
mecanismos de control del supervisor, en este caso europeo, tampoco han
avanzado de forma sustancial para que podamos confiar en que la próxima
crisis se podrá combatir mejor y con menos coste para el consumidor. Tal
vez el mecanismo de resolución bancaria europeo, estrenado con la
compra del Popular por parte del Santander, sirva como mínimo avance,
aunque se ha desarrollado con más preguntas que certezas y con la falta
de transparencia europea que caracteriza a esta UE.
Ha sido precisamente el caso del Popular, con grave perjuicio para
los pequeños ahorradores, los grandes e institucionales lograron salir
antes, de forma misteriosa, lo cual confirma que en Bolsa los que
siempre pierden son los minoritarios, sin que nadie haga nada por
cambiar esta anomalía que persiste en el tiempo.
El caso del Popular ha sido el exponente de la inacción de las
instituciones que ha generado el drama para mayoría de minoritarios
En el caso del Popular, la CNMV y el Banco de España dejaron durante
meses, sin prestar ninguna atención, que la fuga de depósitos desangrase
a la entidad, y sin que se tomase ninguna medida en Bolsa para evitar
la especulación con las posiciones bajistas. Esta inacción ha
sorprendido mucho tanto a analistas de buena fe, como a inversores
institucionales extranjeros que no pudieron salir a tiempo, es decir
aquellos que no están muy cerca del poder en España.
Ahora, con la crisis de Liberbank, y tras el escarnio público sufrido
por la CNMV y el Banco de España, aquella ha decidido prolongar dos
meses más la prohibición de las posiciones bajistas, veto que dura ya
casi 5 meses.
Se produce, además, en medio de un anuncio de ampliación
de capital de la entidad que ha generado un desplome bancario, similar
al que sufrió nada más caer el Popular, ya que su situación no es tan
diferente de aquel, básicamente por la enorme exposición al riesgo
inmobiliario, el reducido tamaño y la reducción del negocio tradicional.
A esto hay que añadir que la absorción de la Caja Castilla La Mancha
solo se puede entender como un castigo divino en medio de la corrupción
política y financiera que se retroalimenta.
El reciente informe de la ESMA (la CNMV europea) advierte de los
riesgos de contagio que puede tener el problema de Liberbank, no solo a
nivel nacional, sino también europeo, por lo que se insta a tomar
cualquier medida que evite su descapitalización y la fuga de depósitos.
Esto contrasta con la pasividad para con el Popular, hecho que será
utilizado por los defensores de los accionistas que han interpuesto
miles de querellas por el quebranto del “regalo” del Popular al Banco de
Santander.
La gran pregunta que surge es si será suficiente prohibir
las posiciones cortas o ampliar capital para salvar a una entidad en
cuyo balance hay demasiadas bombas con efecto retardado, pensemos solo a
qué se dedicaba la Caja de Hernández Moltó, por lo que cada vez se
extiende más la sospecha que Liberbank acabará igual que el Popular, es
decir en manos de algún grande por cero euros, teóricamente.
No hay que olvidar que Liberbank llevaba ya una caída del 45% en Bola
antes de la prohibición, a lo que hay que unir el batacazo del 27% el
fatídico 2 de junio, por lo que no cabe ser optimista. Pero mientras
esto ocurre, las noticias del sector inmobiliario no dejan de ser cada
vez más preocupantes. (...)
Como siempre pasa, la tormenta perfecta está cerca de tomar tierra y
entre medias yo si fuera usted, sacaría todos mis ahorros de entidades
como Liberbank." (Alejandro Inurrieta, Vox Populi, 18/09/17)
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