24.10.17

Los pensionistas están ya al borde del colapso. Bajas pensiones, largas listas de espera sanitaria, copagos injustos, carga estructural de hijos y nietos, desahucios de vivienda por avales a sus hijos...

"Los pensionistas son el eslabón más débil del sistema y sin embargo han actuado como un estabilizador macroeconómico imprescindible durante la crisis. Curiosamente, el colectivo más castigado ha sido el mayor aliado del gobierno de Rajoy durante las fases más agudas de la recesión, restando presión para una verdadera revolución social. 

Los más de 8 millones del sistema contributivo (casi 9 millones), granero imprescindible de votos de Rajoy en el pasado han  sido objeto de uno de los mayores ataques económicos, al introducir el copago farmacéutico y también en dependencia, empobreciendo aún más a una gran parte de los jubilados españoles.

 No hay que olvidar que millones de jubilados han sido, y siguen siendo, el sostén de hijos desempleados, cogarantes de millones de hipotecas suscritas en el pasado y cuidadores de millones de niños que, gracias a la generosidad intergeneracional, pueden comer, al menos, dos veces al día.  Si tuviésemos datos fiables, se podría cuantificar económicamente cuánto supone este servicio no remunerado y que aporta al PIB muchos millones de euros, sin que el Estado tenga que mejorar los servicios públicos.

Este esfuerzo no compensado ni valorado, que se hace por amor y cariño, pero también por imperiosa necesidad, habla por sí mismo del desprecio que se tiene hacia este colectivo, no solo desde el gobierno, sino también desde muchos estamentos sociales que se les culpa del déficit sanitario, de la insostenibilidad de las pensiones por vivir demasiado y de abusar en los buffets de los viajes del IMSERSO.   

Si uno analiza las medidas tomadas por este gobierno, pero también por los anteriores, se observa que, por un lado, se les criminaliza en el gasto, y por otro se les invita a viajar a un precio ridículo para que puedan superar la depresión que muchos de ellos contrajeron cuando tuvieron que recibir, otra vez, a los hijos que se fueron y que hoy vuelven mendigando casa y comida. 

Todo ello está repercutiendo en la salud física y psíquica de muchos mayores que ven cómo los ahorros de toda la vida se esfuman en mantener a familias numerosas en muchos casos, sin que nadie piense en el riego que eso tiene para muchos hogares en situación de dependencia.  (...)

La atención sanitaria se está deteriorando a marchas forzadas y quienes más lo sufren, y no por gusto, son los pensionistas que ven cómo las listas de espera se eternizan, con el consiguiente desasosiego y la pérdida de calidad de vida. El exceso de trabajo añadido en el cuidado de nietos e hijos está provocando un aumento del uso de fármacos, como ansiolíticos, pero también las consultas de rehabilitación y medicina interna.

Con este panorama, las cifras de las pensiones muestran una penuria general que debería dar que pensar a un país. La pensión media apenas supera los 920€/mes, pero hay colectivos como viudas y huérfanos que realmente tienen serios problemas de supervivencia.   

Especialmente sangrante el tema de las viudas, un colectivo cada vez más numeroso que malvive con cuantías inferiores a 700€/mes. Pero estos datos son los del régimen general, pero si uno va al mundo de los autónomos, la situación es aún peor y el drama se agrava muchos más. Pero si esto es así, la dispersión geográfica es todavía  peor.

 La disparidad en las CCAA pone de manifiesto la existencia de dos o tres España, eso que ahora está tan de moda. Sacar la bandera para defender la unidad, pero olvidando el drama económico real que sufren muchos compatriotas.  (...)

La entrada en vigor de la reforma de 2012 ha empobrecido aún más a los pensionistas al desaparecer el IPC como garante de la compensación de poder adquisitivo que iban perdiendo sistemáticamente los mayores. Ahora la limosna del 0,25% nos acompañará por mucho tiempo, salvo que se reforme el sistema. (...)

Pero el sistema de pensiones sigue en crisis, amenazado por la escasa cuantía de las remuneraciones y cotizaciones de los nuevos trabajadores y por la precariedad del empleo que se crea. Casi un 2% del PIB es el déficit que se puede considerar como estructural, y que, si nadie lo remedia, provocará a futuro un recorte de la pensión media aún mayor.   (...)

En resumen, los pensionistas están ya al borde del colapso en muchos casos.  Bajas pensiones, largas listas de espera sanitaria, copagos injustos, carga estructural de hijos y nitos, desahucios de vivienda por avales a sus hijos, son algunos de los factores que han llevado a las organizaciones sindicales a lanzarse a la calle a protestar por esta nueva pobreza encubierta y de la que no se habla. Cuando les vea por la calle, simplemente piense que mañana puede ser Ud. Animo."               (Alejandro Inurrieta  , Vox Populi, 02/10/17)

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