"No se debe gastar lo que no se tiene". Ése fue uno de los eslóganes más
repetidos por Mariano Rajoy en la campaña previa a las elecciones que
le abrieron las puertas de la Moncloa en noviembre de 2011.
La recesión estaba en su momento más álgido,
y la principal receta del líder del PP para combatirla consistía en
aplicar recortes adicionales a los ya decididos por José Luis Rodríguez
Zapatero, tendentes a embridar el galopante déficit público. (...)
Desde que el PP volvió a gobernar hasta el cierre del primer semestre de 2017, el desfase acumulado era de 447.020 millones de euros, lo que supone una media de 81.276 millones anuales,
claramente por encima de los 74.223 de la segunda legislatura de
Zapatero. A pesar del eslogan de que “no se debe gastar lo que no se
tiene”, con Rajoy en la Moncloa se generan cada día 222 millones de
euros de déficit.
Eso ha tenido una repercusión directa
en la deuda pública, que ha alcanzado un nivel impensable antes de que
estallara la crisis. El último gobierno socialista la dejó en 743.530
millones de euros y a 30 de junio estaba ya en 1.137.853 millones. Es
decir, que en cinco años y medio ha crecido nada menos que un 53%. La cifra per cápita, por su parte, ha pasado de 15.881 a 24.455 euros. (...)" (Público, 27/10/17)
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