4.12.19

Los alemanes han manipulado el sistema del euro para que se adapte a sus intereses, a expensas del resto de países

"(...) Sobre la cuestión del euro se han sucedido distintas propuestas que van desde la salida de la Eurozona y la vuelta a la moneda nacional, hasta la conformación de una nueva unión monetaria en Europa o la reforma de la actual Eurozona.

Sobre esta cuestión has recogido alguno de los resultados contenidos en el estudio de Gasparotti y Kullas 20 years of the Euro: Winners and losers, los cuales demuestran que la unión monetaria ha perjudicado especialmente a los países del sur y ha beneficiado de una forma muy clara a Alemania. Lejos de compartir como explicación de estos resultados un supuesto virtuosismo o buen hacer de países beneficiados con la Unión Monetaria Europea como Alemanía o Países bajos, identificas como principal variable explicativa a los defectos estructurales del modelo de moneda única.


En cuando el euro es el problema recogías como un planteamiento legítimo la salida del euro por parte de los países del sur: “ Existen cada día más voces que defienden algo muy sencillo: si los países del sur se saliesen del Euro, el crecimiento hipertrófico de la deuda cesaría y la existente podría pagarse sin conflicto, de forma acordada entre países deudores y acreedores, si a éstos, los acreedores, les interesa cobrarla”. En lo referido al caso español, el balance realizado no es positivo:

“El modelo de desarrollo elegido para España fue decidido por las élites europeas en colaboración con las plutocracia patria. Se trata de una hoja de ruta basada en tres pilares. El elemento central del mismo giraba alrededor de la revalorización del suelo, dependiente del ahorro del centro y norte de Europa.

En segundo lugar, además de desindustrializarnos, perdimos la propiedad de nuestra industria, y para el capital foráneo nos convertimos en un lugar de mano de obra barata, meros ensambladores (¿han visto los datos de exportaciones e importaciones del sector automovilístico?). Finalmente, y muy ayudados por problemas geopolíticos en nuestros competidores globales, somos un país de camareros y crupieres. Si analizan los datos de empleo desde la reforma laboral de Rajoy no hay nada que celebrar”.

¿Qué aspectos considera negativos en la actual eurozona? ¿Cuáles son sus posibilidades de reforma? ¿Qué posibilidades considera que mejorarían la situación de España?

La Unión Monetaria Europea (UME) es un sistema defectuoso desde sus orígenes. William Mitchell en su libro Eurozone Dystopia Groupt hink and Denial on a Grand Scale, traducido al español, en una excelente versión, por la editorial Lola Books bajo el título La Distopía del Euro: Pensamiento Gregario y Negación de la Realidad, detalla cómo se hizo caso omiso de los informes precedentes (Werner, 1970; MacDougall, 1977) donde se avisaba de la necesidad de una instancia fiscal federal y de los peligros de dejar todo en manos de una Banco Central, como una parte no constituyente del gobierno, y de establecer, en este contexto, unos tipos de cambio fijos entre los estados miembros.

Siguiendo a Alberto Alonso (2009) en un excelente artículo publicado en 2009 ¿Puede sobrevivir el Euro?, el problema de fondo es Alemania. La característica fundamental de Alemania es que de manera persistente presenta una insuficiencia crónica de demanda, y su objetivo es colocar fuera sus excedentes de producción para alcanzar el pleno empleo (superávits por cuenta corriente), mediante mejoras de su competitividad a través de una disciplinada clase trabajadora. Estos superávits se traducen en déficits para el resto de países, que reciben el ahorro alemán, generándose burbujas financieras y procesos de endeudamiento en los países del sur.

Al final las burbujas acaban estallando, pero conforme los individuos del sur pagan sus deudas y no contratan nuevas, se debilita la demanda agregada, pero no sobre la producción alemana, sino sobre la propia, y este proceso de desendeudamiento tiene efectos negativos sobre los países del sur. Empiezan a funcionar los estabilizadores automáticos, caen los ingresos fiscales y aumentan los gastos, disparándose el déficit público como respuesta al desendeudamiento privado. Como consecuencia se incrementa la deuda pública.

Hay un momento en el que los inversores se resisten a comprar esa deuda, pura cuestión de confianza, y desde el norte se impone austeridad fiscal. Se incrementa el descontento social, que a su vez acelera el incremento de los tipos de interés, que a su vez aumenta la deuda sobre el PIB. Se entra en una dinámica perversa acreedor-deudor, que acaba hundiendo al deudor.

Como Alemania no quiere incurrir en un déficit por cuenta corriente, saludable para el resto, la solución requiere una extinción de la deuda porque ésta inhibe la demanda y lastra el dinamismo de la economía. Cómo se puede extinguir esta deuda en el seno de la UME: quiebra de los deudores, expropiación del patrimonio de los países deudores (privatizaciones), o el default. Su tesis es que si los países del sur saliesen del Euro, el crecimiento hipertrófico de la deuda cesaría y la existente podría pagarse sin conflicto, de forma acordada entre países deudores y acreedores, si a éstos, los acreedores, les interesa cobrarla.

Bajo un análisis similar, Mitchell plantea tres alternativas para solucionar el caos actual. En primer lugar, el establecimiento de una verdadera federación política y económica, pero las grandes diferencias entre las naciones europeas lo hacen altamente improbable por ahora. En una segunda alternativa, el BCE podría utilizar su capacidad de emisión de moneda para financiar los déficits fiscales de los Estados miembros para que pudieran fomentar el crecimiento y el empleo en sus economías nacionales sin encontrarse con las restricciones que los mercados de bonos privados ejercen en sus gastos.

Ya se está haciendo, si bien se opone con contundencia Alemania. Si al final no se optara por ninguna de estas dos opciones, Mitchell, al igual que Alonso, contemplan la opción de la salida del euro, y que puede ser o bien mediante un desmantelamiento ordenado de la moneda y una restauración de la soberanía monetaria individual para cada nación, con el restablecimiento de su propio banco central, o bien una salida unilateral de cada nación.

He hecho referencia a Mitchell y a Alonso porque anticiparon con suficiente antelación la recesión de balances que padeció España desde 2008 hasta 2014.

Estos análisis se han visto corroborados por un estudio realizado, sorpresivamente, por economistas adscritos a un “thinktank” alemán, sobre lo que ha supuesto el euro para distintos países europeos que forman parte del mismo, tratando de cuantificar cuáles son ganadores y quienes perdedores. Los países analizados son Bélgica, Alemania, Francia, Grecia, Italia, Holanda, Portugal y España.

Bajo el sugerente título, 20 years of the Euro: Winners and losers los economistas Alessandro Gasparotti y Mathias Kullas, del instituto alemán Centre for European Policy, proponen como método de análisis un original procedimiento cuantitativo destinado a la evaluación del impacto de políticas públicas. Concretamente, la pregunta que se hicieron los autores fue la siguiente: ¿cuál sería el PIB per cápita de un país específico de la zona Euro si ese país no hubiera introducido el euro?

Para responder esta pregunta utilizaron el método de control sintético, procedimiento estadístico que permite cuantificar los efectos de una medida política -en este caso, la introducción del euro- sobre la base de una medida específica -en este caso, el producto interior bruto per cápita. Utilizando el método de control sintético, la tendencia real del PIB per cápita de un país de la zona del euro puede compararse con la tendencia hipotética suponiendo que dicho país no hubiera introducido el euro (denominado escenario contrafactual).

El escenario contrafactual se genera extrapolando la evolución del PIB per cápita de otros países que no introdujeron el euro y que en años anteriores presentaban una evolución económica muy similar a la del país de la zona euro considerado (grupo de control).

Los resultados obtenidos muestran que Alemania es, con mucho, el país que más ha ganado con la introducción del euro: casi 1,9 billones de euros entre 1999 y 2017. Esto equivale a unos 23.000 euros por habitante. Por lo demás, sólo los Países Bajos han obtenido beneficios sustanciales de la introducción del euro. Por el contrario, ha desangrado a los países del sur de Europa, especialmente a Italia, Francia, y Portugal, y, en menor medida, a Bélgica y España.

En los primeros años después de su introducción, Grecia se benefició enormemente del euro, pero desde 2011 ha sufrido enormes pérdidas. En todos los demás países analizados, el euro ha provocado un descenso de la prosperidad: 3,6 billones de euros en Francia y hasta 4,3 billones de euros en Italia. En Francia, esta cantidad asciende a 56.000 euros per cápita y en Italia a 74.000 euros.

España, de 1999 a 2010, se benefició de la introducción del euro. Pero, desde 2011, la adhesión al euro ha dado lugar a una reducción de la prosperidad. Las pérdidas alcanzaron su punto máximo en 2014. Dado que las reducciones anuales de la prosperidad entre 2011 y 2017 fueron superiores a las ganancias anteriores, el saldo global sigue siendo negativo, de 224.000 millones de euros o 5.031 euros per cápita. Estos son los datos, pero habrá que buscar un por qué.

Es evidente que dentro de la zona del euro, los alemanes han manipulado el sistema para que se adapte a sus intereses, a expensas del resto de países. En junio de 2014, el informe del FMI sobre Alemania, concluía que su posición externa era sustancialmente más fuerte de lo que implicaban los fundamentos de medio plazo y los ajustes de políticas globales deseados. Los enormes superávits externos de Alemania no eran fáciles de entender y reflejaban en realidad una infravaloración de su tipo de cambio efectivo real.

El hecho de que Alemania continuara violando el Procedimiento de Desequilibrio Macroeconómico, incorporado en los cambios del Pacto de Estabilidad y Crecimiento -que restringía los superávits en cuenta corriente al 6 por ciento del PIB-, fue porque su tipo de cambio efectivo real era demasiado bajo. Si la zona euro se desintegrara, la nueva moneda teutona se apreciaría entre un 15%-30% para reflejar su fortaleza comercial y permitir así posiciones más competitivas para sus socios europeos.

La conclusión es que Alemania jugó con sus socios europeos antes de la creación de la Unión Monetaria (a través de la manipulación del tipo de cambio) y siguió haciéndolo después de la introducción del euro. Una vez establecida la Unión Monetaria, Alemania, al darse cuenta de que ya no podía manipular el tipo de cambio, se esforzó por mejorar su competitividad mediante una devaluación interna controlada.

Mientras que atornillaba a los trabajadores alemanes, también colocaba a sus socios en una posición difícil. Alemania violó el Pacto de Estabilidad y Crecimiento en 2003, forzando un cambio de normas, y luego ha estado violando sistemáticamente, desde 2011, los límites de excedente externo, quedando absolutamente impune. Por el contrario, no para de exigir austeridad y devaluación salarial al resto de países, empobreciéndolos de manera sistemática, cuando si estuvieran fuera del euro el mecanismo de ajuste menos traumático sería una depreciación de sus divisas. (...)"         (Entrevista a Juan Laborda, Nicolás Filgueiras González.  A Xanela, 29/11/19)


Para conseguir la soberanía financiera y, también, como alternativa a la salida del euro, siguiendo el ejemplo italiano... europeseta electrónica para España:

La propuesta de Garzón, basada en el Trabajo Garantizado:

Cómo aplicar el Trabajo Garantizado en ayuntamientos y autonomías... financiándolo con créditos fiscales municipales

Para Ecuador:

Hacia una "moneda electrónica paralela" para afrontar la crisis... en Ecuador (o en España) ¿Por qué y cómo hacerlo?

Para conseguir un monopolio financiero mundial, Facebook propone su propia moneda digital... LIBRA

Otras propuestas:


El prometedor dinero fiscal

Emitir 'GREUROS'. Entre la salida del Euro, y la aceptación de la austeridad de la Troika, existe una tercera vía que se basa en la recuperación parcial de la soberanía monetaria

Existe una descripción con mucho humor, de economía-ficción, sobre los beneficiosos efectos que se producirían si en Italia, el gobierno impusiera una moneda digital (allá por el 2020), para salir de la quiebra económica y política a la que la permanencia en el euro habría llevado al país. El objetivo se conseguiría rápidamente.


Los únicos perjudicados, los especuladores de la deuda. Ver: J. D. Alt: ‘Europa, 2020: una ucronía iluminadora’. http://www.sinpermiso.info/textos/index.php?id=5467 )

Los artículos de Juan José R. Calaza, Juan José Santamaría y Juan Güell muestran con gran claridad las ventajas de una europeseta electrónica de circulación interna:

- Para entender la europeseta electrónica. Qué es y, sobre todo, qué no es. Enlace: http://www.farodevigo.es/opinion/2012/12/02/entender-europeseta-electronica/720458.html


- Para salir de la crisis sin salir del euro: España debe emitir europesetas (electrónicas). Enlace: http://www.farodevigo.es/opinion/2011/11/27/salir-crisis-salir-euro-espana-debe-emitir-europesetas-electronicas/601154.html

- Las europesetas electrónicas, complementarias al euro, estimularán el crédito sin efectos colaterales perversos. Enlace: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=165815

Juan Torres insiste en que es necesario emitir una moneda complementaria al euro. Sus artículos:

- Marear la perdiz. Enlace: http://ccaa.elpais.com/ccaa/2013/02/08/andalucia/1360327224_588117.html

- Hay alternativas, incluso dentro del euro. Enlace: http://juantorreslopez.com/publicaciones/hay-alternativas-incluso-dentro-del-euro/ mmmm

Más información en: 'Si Grecia, España, o Andalucía emitiesen una moneda digital, respaldada por la energía solar instalada en sus tejados, alcanzarían la soberanía financiera. La de dar créditos a familias y empresas': http://comentariosdebombero.blogspot.com.es/2014/06/si-una-autonomia-o-una-gran-ciudad.html

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