"(...) “Estamos en un régimen de política monetaria ‘blanda’ inspirado en la
Teoría Monetaria Moderna (TMM)”, dice Thomas Costerg, economista de
Pictet Wealth Management, en referencia a una controvertida postura que
considera que los bancos centrales pueden y deben apoyar la inversión
estatal limitando los tipos de interés en ausencia de inflación.
“La
hiperinflación solo será un riesgo si la Reserva Federal pasa a una TMM
‘pura’ -lo que incluiría poner a la Reserva Federal bajo el control
directo de la Casa Blanca-, pero vemos ese escenario como poco
probable”.
Los mercados están dando por sentado que los bancos
centrales del G4, es decir, Estados Unidos, la zona euro, Japón y Reino
Unido, ampliarán sus balances en más de 12 billones de dólares, o cerca
del 30% de su producto interior bruto (PIB) conjunto, para finales del
próximo año. (...)
Muchas economías aún no han recuperado ni siquiera el 50% de su
actividad prepandémica. Pero la mayoría de los principales mercados de
acciones ya han recuperado más del 80% de las pérdidas sufridas por la
conmoción del coronavirus a partir de febrero.
Esta apuesta por
la renta variable depende de un rápido retorno al crecimiento en
paralelo a los desconfinamientos. Pero también supone que los tipos de
interés de referencia han profundizado aún más su tendencia a la baja de
los últimos 30 años y no volverán a subir pronto si se quiere que las
montañas de deuda pública contraídas para luchar contra el virus sean
sostenibles en el futuro.
Gracias en gran parte a la Reserva
Federal, el tipo de interés promedio de toda la deuda del Tesoro de
Estados Unidos cayó 44 puntos básicos entre enero y mayo, alrededor de 2
puntos porcentuales por debajo de donde se encontraba en los más
profundo de la caída de 2008. Todo ello a pesar de que la deuda neta de
EEUU como proporción del PIB ha subido en más de 30 puntos hasta superar
el 100% durante la década. (...)
“El territorio inexplorado en el que han entrado los dirigentes
monetarios hace que la ejecución de las políticas monetarias sea
particularmente importante”, dijo el gestor de activos BlackRock a sus
clientes esta semana. Un aspecto clave de esta revolución monetaria,
según BlackRock, es “la explícita difuminación de las políticas fiscales
y monetarias, incluyendo la absorción por parte de los bancos centrales
de nueva deuda pública para mantener bajos los rendimientos de los
bonos”. (Mike Dolan, Reuters, 10/06/20)
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