"Quiero dar mi nombre y mi apellido porque considero que si se toma alguna represión conmigo por esto, es que estamos muy mal”. Inmaculada Pardo es enfermera de Urgencias y trabajaba hasta el pasado 8 de enero en el Hospital madrileño Puerta de Hierro. Ese día a las 19.00 h. de la tarde recibía una llamada.
La exigían un traslado hasta el nuevo hospital de pandemias Enfermera Isabel Zendal, la nueva apuesta de la Comunidad de Madrid que ha nacido sin plantilla propia. “Tenía que estar al día siguiente a las 8:00 horas de la mañana en Valdebebas, y no había recogido ni mis cosas. Yo dije que no iba a ir ya que vivo a 68 kilómetros, no tengo vehículo para ir hasta allí, y tardo 2 horas en transporte público. Entonces me dijeron que me iban a penalizar un año en la bolsa”, asegura.
Al día siguiente de la llamada Pardo tenía una cita médica pues tiene una lesión en la rodilla. “Pedí la baja para ser operada. No quería operarme en este momento porque considero que como enfermera soy necesaria ahora, es decir, que no están las cosas para que yo misma me convierta en paciente. Estuve tres días bastante mal. Hoy estoy en casa, las Urgencias del Puerta de Hierro están saturadas y sé que soy necesaria”, se lamenta. “Me han dicho que en cuanto me dé de alta seré enviada al Zendal”, informa quien ha comenzado una recogida de firmas en la plataforma change.org. (...)
Las nuevas instalaciones hospitalarias de Valdebebas nacieron sin plantilla propia y arrancaron a medio gas el pasado 1 de diciembre, con un pabellón activo de los tres prometidos. Tras un primer llamamiento de personal voluntario, lanzado entre el personal interino y fijo y con el que sólo se reclutaron 116 personas de las 669 necesarias, comenzaron los traslados forzosos de personal contratado de manera eventual. Personal que contaba con contrato hasta diciembre y que fue renovado hasta junio. Así, 553 serán destinados de manera obligatoria para nutrir este centro. (...)" (Sara Plaza, El Salto, 18/01/21)
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