"Los occidentales crecen adoctrinados con la idea de que ese pequeño país
en el Oriente Próximo es superimportante, y necesita ser apoyado y
defendido a toda costa, pero si examinas las razones dadas descubres que
ninguna de ellas es realmente válida.
«¡Israel es el único lugar donde los judíos pueden estar seguros!«
Esto es claramente falso. Es evidente que un judío en la ciudad de Nueva
York está mucho más seguro que un judío en Tel Aviv. La creación
forzada de un nuevo etno-Estado de apartheid sobre una civilización
preexistente significa naturalmente que Israel solo puede existir en
violencia perpetua, lo que pone en peligro a todos los que viven allí.
«¡Los judíos merecen una patria!«
¿Por qué? ¿Por qué cualquier religión merece tener un país propio donde
los miembros de esa religión estén a cargo de todos los demás y reciban
un trato preferencial? Hay más mormones en el mundo que judíos y no
tienen su propio país. Hay más sikhs en el mundo que judíos y no tienen
su propio país. No hay ninguna razón lógicamente coherente por la que
cada religión deba tener su propio Estado-nación, y no hay ninguna razón
lógicamente coherente por la que tal principio deba aplicarse a los
judíos pero no a los cienciólogos.
«Israel es la única democracia liberal en Oriente Medio«
Esto es una tontería. Un régimen de apartheid genocida que tortura a la
población palestina y suprime todos sus derechos, es exactamente lo
opuesto a “liberal” y “democrático”. Pero incluso si no fuera el caso,
no hay ninguna razón -ni coherentemente lógica ni defendible moralmente-
para que una región determinada tenga un representante con una
ideología política particular, donde no importe cuánta gente necesita
asesinar y oprimir para hacer efectiva dicha ideología.
«Apoyo la existencia de Israel, pero me opongo al maltrato a los palestinos»
Esta es una idea muy popular entre los liberales, pero es absurda y
contradictoria. Israel ha abusado de los palestinos durante toda su
existencia, desde su mismo inicio. Solo en los cuentos de hadas
imaginarios de los sionistas liberales Israel ha existido sin tiranía,
robos y asesinatos, y solo en sus cuentos de hadas imaginarios puede un
etno-Estado judío colocarse sobre una civilización de no judíos de una
manera que pueda existir sin tiranía, robos y asesinatos
ininterrumpidos.
Las únicas opciones son (a) una solución de dos Estados, que Israel está
haciendo abiertamente todo lo posible por evitar, y (b) una solución de
un Estado en el que todos tengan los mismos derechos, que por
definición no sería un Estado judío. Los sionistas liberales pretenden
vivir en una línea temporal alternativa de fantasía en «la no realidad».
Así es como los liberales intentan cuadrar el círculo apoyando a Israel
cuando es moralmente indefendible; simplemente inventan un mundo
imaginario de lo que es moral y pretenden que esa invención sea una
posibilidad real.
«Israel es esencial para proteger nuestros intereses en la región«
Este eslogan es lógicamente coherente desde cierto punto de vista, pero
ciertamente no es moralmente defendible.v
Ni siquiera existe una razón lógicamente coherente para que un
occidental normal diga que Israel protege “nuestros” intereses en
Oriente Próximo. Solo es lógicamente coherente que los administradores
del imperio occidental digan que ayudar a Israel a desplegar la fuerza
violenta ininterrumpida necesaria para su existencia, contribuye a
sembrar el caos, la tiranía, la desestabilización y la división; y todo
ello es necesario para asegurar su dominio geoestratégico de una región
rica en recursos, e impedir que las naciones de Oriente Próximo se unan
en un bloque de superpotencias y que utilicen sus recursos para promover
sus propios intereses en todo el mundo.
Contrariamente a lo que algunos creen, Israel no es responsable de la
existencia del belicismo occidental: el belicismo occidental es
responsable de la existencia de Israel. Si no existiera Israel,
simplemente inventarían otra excusa para mantener una presencia militar
en Oriente Próximo y seguir sembrando la violencia y el caos. El propio
Biden lo ha reconocido diciendo: “Si no hubiera un Israel, Estados
Unidos tendría que inventarse uno para proteger sus intereses en la
región”.
Desde esa perspectiva, tiene sentido decir que al imperio occidental le
resultaría más difícil avanzar en sus objetivos unipolares en un
escenario mundial sin un agente desestabilizador cuya existencia dependa
por completo del apoyo constante de Occidente. Y si uno realmente
quiere ayudar a los imperialistas en su apoyo a Israel, también puede
argumentar que Israel ofrece la excusa perfecta para mantener una
presencia militar en Oriente Próximo.
Durante muchos años, el argumento que puso fin al debate contra la
retirada militar occidental de Oriente Próximo, fue que ello
garantizaría la destrucción de Israel, porque sus vecinos simplemente lo
eliminarían sin la disuasión de la maquinaria de guerra estadounidense,
presente allí para protegerlo.
Y si se da por sentado que Israel debe seguir existiendo en su forma
actual, se trata realmente de un argumento que pone fin al debate. Si se
da por sentado que se debe permitir que Israel exista como un
etno-Estado de apartheid que fue artificialmente creado a mediados del
siglo XX, entonces, por supuesto, no hay manera de que dicho Estado
pueda existir sin una violencia constante y, por supuesto, no hay forma
de que pueda salir victorioso de toda esa violencia sin el respaldo del
imperio centralizado de Estados Unidos.
Esto significa que, si se acepta que Israel debe seguir existiendo como
existe actualmente, necesariamente se acepta que Estados Unidos y sus
aliados occidentales deben mantener un control militar absoluto sobre
Oriente Próximo. Sin una incesante violencia no hay forma de mantener
ese Estado artificial creado engañosamente, por lo que hay que estar
preparado y ayudarle a infligir esa violencia en todo momento.
Eso resulta, como mínimo, muy conveniente para la estructura de poder
centralizada de Estados Unidos, pero, por supuesto, no es moralmente
defendible. No es moralmente defendible seguir matando habitantes de
Oriente Próximo año tras año, década tras década, para gobernar el
mundo. Puede que sea lógicamente coherente, pero también es
profundamente perverso.
Todos los argumentos a favor de Israel fracasan, ya sea desde el punto
de vista lógico, moral o de ambos. Por eso se dedica tanta propaganda a
manipularnos para que apoyemos a este régimen asesino, y por eso las
estructuras de poder reprimen cada vez más las voces que se oponen.
Es por eso que los medios de comunicación masiva han mostrado un sesgo
totalmente salvaje hacia el interés informativo israelí en sus
reportajes y es por eso que los críticos de las atrocidades israelíes
como Richard Medhurst, Sarah Wilkinson y Mary Kostakidis han sido
escandalosamente perseguidos en Reino Unido y Australia.
No tienen argumentos, por eso recurren cada vez más al instrumento más contundente.
Si quitamos las capas, los argumentos para mantener el proyecto de
Israel son todos de dominación y control, razón por la cual se utiliza
cada vez más dominación y más control para proteger dicho proyecto de un
análisis profundo.
Israel, en definitiva, no es más que una guerra sin fin y, como todas
las guerras, su existencia depende de ocultar la verdad al público."
(Caitlin A.Johnstone, Jaque al neoliberalismo, 05/09/24, fuente Caitlin Newsletter)
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