"Mientras el presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, promociona su «Plan para la Victoria» en Occidente, las tropas ucranianas han seguido sufriendo derrotas y perdiendo terreno en todos los frentes: cada día, los rusos se apoderan de núcleos de población en las regiones de Kharkiv, Luhansk y, sobre todo, Donetsk, donde ha caído el bastión de Ugledar, que llevaba dos años resistiendo los asaltos rusos.
Ugledar y los frentes del Donbass
Varios factores contribuyeron a la derrota ucraniana en Ugledar (Vuhledar para los ucranianos). Según informan algunos blogueros militares, el general Aleksander Syrsky, al frente de las Fuerzas Armadas ucranianas, apartó del mando al coronel Ivan Vinnik, que dirigía la 72ª brigada que defendía Ugledar, que se vio desbordada en los flancos de la ciudad por la maniobra rusa.
Además, la 72ª brigada no recibió la orden de retirarse antes de que los rusos completaran el cerco del centro de la ciudad, según varias fuentes, por orden del presidente Volodymyr Zelensky, que no quería tener que explicar la derrota mientras se encontraba en Estados Unidos.
Las fuerzas ucranianas no comunicaron a RBC-Ucrania hasta el 2 de octubre que se habían retirado de Ugledar, después de que el gobernador Vadym Filashkin admitiera ayer que las tropas rusas habían entrado en la ciudad y se estaban produciendo combates.
«El Alto Mando ha concedido permiso para llevar a cabo una maniobra de retirada de unidades de Vuhledar con el fin de preservar el personal y el equipo militar y ocupar una posición para futuras acciones», rezaba el mensaje. Anteriormente, Yan Gagin, asesor del jefe de la autoproclamada república prorrusa de Donetsk, Denis Pushilin, había declarado a la agencia de noticias Ria Novosti que la bandera rusa había sido izada en el edificio de la administración municipal de la ciudad, pero que en el asentamiento seguían presentes unidades rezagadas de las fuerzas ucranianas.
Como escribió Maurizio Boni en Analisi Difesa, el sacrificio de la 72 brigada, que se vio obligada a rendirse tras sufrir grandes pérdidas sin tener ninguna oportunidad real de replegarse, no mejorará la moral del ejército ucraniano, que fue incapaz de detener a los rusos incluso al norte de Ugledar, donde el avance continuó hasta Bogoyavlenka.
La caída de Ugledar también parece animar el frente en la región de Zaporizhia, donde los rusos han hecho algunos progresos, han aumentado los ataques aéreos, pero donde sobre todo parece que Moscú ha concentrado un número importante de fuerzas con vistas a una posible ofensiva.
También en el sector de Dzerzhinsky (Toretsk para los ucranianos) los rusos siguen extendiendo su control sobre los distritos sur y este de la ciudad, donde han alcanzado la zona industrial.
Las tropas rusas también han penetrado en el bastión de Chasov Yar donde, sin embargo, han frenado la presión, quizá con el objetivo de cercar la ciudad que formaba la retaguardia ucraniana en el frente de Bajmut.
Los avances rusos prosiguen también en torno a Pokrovsk, un bastión ucraniano del que las tropas de Moscú se encuentran ahora a sólo un par de kilómetros, pero cuya ocupación no es indispensable para Moscú en estos momentos porque la artillería y los drones rusos ya han paralizado el flujo de suministros por carreteras y vías férreas. En los últimos días, los rusos se han acercado a la ciudad avanzando por los campos y por la carretera E50.
A finales de septiembre, el pueblo de Marynivka y la ciudad de Ukrainsk habían sido capturados por los rusos, mientras que en los últimos días los avances rusos en la región de Donetsk también han sido confirmados por las geolocalizaciones reconocidas por el Instituto para el Estudio de la Guerra, (ISW), que se pueden leer en los mapas que publicamos combinados con los de origen ruso.
Al norte de Pokrovsk, las tropas moscovitas se acercan al cerco de Selidovo, ahora aislado por tres lados. La resistencia de los bastiones ucranianos parece encaminada a impedir que el enemigo complete el cerco pruimsa la retirada de la guarnición de la ciudad (...)
Los rusos han informado de que también están avanzando en el saliente de Pishchane (sector Lyman), tomando el control de posiciones al sur y suroeste de esta localidad y ocupando las aldeas de Kolisnykivka, Kruhlyakivka y Makeyevka.
En la región de Donetsk, los rusos se encuentran ahora en las afueras de Kurakhovo, al sur de Pokrovsk y al este de Marynka y han penetrado con sus vanguardias en Alexandropol: posiciones desde las que, según los observadores rusos, es posible flanquear las escasas defensas ucranianas al norte de Kurakhovo una vez superadas las posiciones ucranianas en Ostrovskoe.
Los frentes de Luhansk y Kharkiv
La situación no es mejor para los ucranianos en el norte, en las regiones de Luhansk y Kharkiv, donde los rusos siguen presionando sobre Kupyansk y expulsando a los ucranianos de la orilla oriental del río Oskol.
En los últimos días, las fuerzas de Moscú han informado de avances tanto en el sector de Kupyansk como en el de Pokrovsk. Las tropas rusas han alcanzado la carretera entre Kolesnikovka y Kruglyakovka penetrando en el pueblo de Mashinostroitel, mientras que ayer las fuerzas rusas habrían roto el frente al sur de Sinkovka alcanzando los suburbios de Petropavlovka, al noreste de Kyupyansk.
Un informe del Estado Mayor ucraniano citado el 5 de octubre por RBC-Ucrania señala que los rusos están aumentando el número de ataques en dirección a Kupyansk, en la región ucraniana de Kharkiv, en lugar de contra Pokrovsk y otros bastiones de la región de Donetsk. Las fuerzas de defensa ucranianas afirman haber repelido 22 ataques contra pueblos de los alrededores de Kupyansk y sólo 15 contra la zona de Pokrovsk, Lyman, Siversk, Toretsk, Orihiv y Kramatorsk.
En realidad, los rusos parecen estar presionando en todos los frentes, pero sin duda Kupyansk sigue siendo un objetivo prioritario, ya que su control permitiría a los rusos presionar con más fuerza hacia la ciudad de Kharkiv desde el este, del mismo modo que las dos penetraciones en curso en esta región desde el norte (desde la frontera rusa), en marcha desde el pasado mes de mayo, parecen estar ganando terreno al pretender unirse a unos 20 kilómetros al norte de la segunda ciudad ucraniana.
El 9 de octubre, las tropas rusas atacaron un taller de montaje de aviones no tripulados en Kupjansk y destruyeron un depósito de combustible y tres puentes sobre el río Oskol en la ciudad y sus alrededores, según informaron fuentes militares a la agencia de noticias Ria Novosti.
También se informa de avances rusos en el norte de la región de Kharkiv, donde las fuerzas de Moscú penetraron el pasado mes de mayo, aunque con una presión limitada destinada principalmente a asegurar la frontera con la región de Belgorod. En la interminable batalla por el control de Volchansk, los rusos están expulsando a los ucranianos de la zona industrial.
La situación en el frente de Kursk
Las cosas no van mejor en la región rusa de Kursk, donde las tropas ucranianas siguen perdiendo terreno y los rusos avanzan por los flancos del despliegue enemigo y, sobre todo, por la frontera, amenazando con cercar a las fuerzas de Kiev que se adentran cada vez más en territorio ruso.
Desde el inicio de la operación ucraniana en la región de Kursk, las fuerzas rusas han logrado reconquistar 15 localidades, según declaró el comandante de la fuerza chechena Akhmat, general de división Apty Alaudinov, en una entrevista al diario Komsomolskaya Pravda, en la que añadió que las tropas rusas también avanzan en la región de Donetsk en diez direcciones. Los soldados rusos están «liberando uno o dos asentamientos cada día» en la región.
Una situación de la que es consciente el presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, que visitó a las tropas en el frente de la región de Sumy el 4 de octubre, en vísperas de nuevos grandes retrocesos ucranianos que vieron avanzar a los rusos con unidades blindadas de 5 kilómetros en el sector al sur de Plejovo.
Según el jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas ucranianas, el general Oleksandr Syrsky, Rusia ha transferido unos 50.000 soldados a la región de Kursk. «Sabemos que unos 50.000 soldados de otras zonas han sido transferidos a la dirección de Kursk», declaró Syrskyi en un documental emitido por la televisión nacional y retransmitido por los medios de comunicación ucranianos. Anteriormente, el presidente Zelensky había informado el 19 de septiembre de que las fuerzas rusas desplegadas en la región de Kursk ascendían a 40.000 soldados.
En cualquier caso, a juzgar por la vivacidad de las ofensivas rusas en todos los frentes ucranianos, no parece que las unidades desplegadas en Kursk procedan, si es que proceden, de Ucrania, ni que hayan restado impulso a la ofensiva rusa en los sectores de Kharkiv, Donetsk y Luhansk.
Ayer, una ofensiva en el flanco oriental del saliente ocupado por Ucrania llevó a las fuerzas rusas (principalmente tropas aerotransportadas y soldados de infantería de la marina) a liberar Lyubimovka y penetrar en Novoivanovka y Leonidovo, mientras que fuentes rusas también registran un avance hacia Olgovka que amenaza con cercar a las tropas ucranianas en este sector.
Según fuentes rusas, ayer 10,5 kilómetros cuadrados de territorio volvieron a estar bajo el control de las fuerzas de Moscú, reduciendo así aún más el margen de maniobra de los ucranianos. Al parecer, los ucranianos también se han retirado de Zelenyi Shlyakh tras el ataque por sorpresa de la 155ª Brigada de Infantería de Marina, que ahora pretende controlar la carretera de Korenevo a Sudzha para cortar en dos la alineación ucraniana.
Según la información facilitada hoy por blogueros rusos, las tropas de Moscú han hecho retroceder a los ucranianos hasta la frontera, incluso en el distrito de Glushkoy (mapa de abajo), donde los ucranianos habían penetrado hace un mes para atacar por detrás de las tropas rusas que se dedicaban a contener el ataque ucraniano iniciado el 6 de agosto.
Según se informa, la infantería aerotransportada de los regimientos 56º, 137º y 119º indujo a los ucranianos a retirarse de los pueblos fronterizos de Vesyoloye, Obukhovka retrocediendo hasta la frontera donde mantienen el control de los pueblos de Novy Put, Obod y Medvezhye.
Sectores en los que los ucranianos ya habían perdido en las últimas semanas un buen número de carros de combate CV-90, Marder y M-2 Bradley, según informa Forbes.
Las pérdidas de las fuerzas ucranianas en la región rusa de Kursk desde el inicio de la ofensiva de Kiev el 6 de agosto habrían alcanzado los 21.550 soldados muertos y heridos y 139 tanques destruidos, según datos facilitados el 10 de octubre por el Ministerio de Defensa ruso.
Ataques en la retaguardia
Durante la última semana de septiembre, los rusos lanzaron sobre Ucrania casi 900 bombas de aviación, más de 300 drones kamikazes Shahed y más de 40 misiles, declaró el 29 de septiembre el presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, en su canal de Telegram, citado por Ukrinform.
La abrumadora potencia de fuego rusa, en bombardeos aéreos y de artillería, es una de las condiciones que pretenden derribar las incursiones de drones ucranianos contra depósitos de municiones y logística.
En los últimos días, misiles Storm Shadow/SCALP EG han alcanzado depósitos y líneas de retaguardia rusas en Avdiivka, región de Donetsk, y probablemente las mismas armas lanzadas desde aviones Su-24M incendiaron el 7 de octubre un depósito de combustible en Feodosia, Crimea, que llevaba cinco días ardiendo. El alcalde Igor Tkatchenko evacuó a unas 1.200 personas de las inmediaciones del depósito. También estuvo en el punto de mira de los drones ucranianos un aeropuerto cercano a Maykop.
Ataques a los que los rusos respondieron atacando de nuevo con misiles hipersónicos Kinzhal la base aérea de Starokostantinov (...), en Ucrania occidental, que alberga los pocos aviones Su-24M operativos que quedan y los pocos F-16 en servicio (5 aunque fuentes rusas no oficiales afirman que al menos 2 fueron destruidos en tierra en los ataques con misiles de finales de septiembre), así como depósitos de misiles y bombas suministrados por Occidente.
El 10 de octubre, la Armada ucraniana anunció que el día anterior había destruido un depósito de drones kamikazes Shahed cerca de la ciudad de Oktyabrsky, en la región rusa de Krasnodar, en cooperación con la inteligencia militar. Según la información disponible», se lee en un comunicado publicado en Telegram, “había alrededor de 400 drones en el depósito en el momento del ataque”. La destrucción de la base «reducirá significativamente la capacidad de los ocupantes rusos de aterrorizar a los civiles en las ciudades y pueblos ucranianos», concluye la nota.
Por otra parte, un misil balístico Iskander ruso alcanzó en el puerto de Odessa el portacontenedores Shui Spirit, procedente del puerto rumano de Constanza, que los rusos consideran punto de tránsito y embarque de las armas que los países de la OTAN suministran por mar a Ucrania. El barco fue descargado lejos de los demás buques, según fuentes rusas, que detectaron explosiones secundarias tras el estallido de la ojiva del Iskander. No es la primera vez que los rusos atacan barcos cargados de armas y municiones en el puerto de Odessa. Ayer, la Unión Europea condenó estos ataques, calificándolos de ataques contra barcos cargados de grano.
En los últimos días, los canales militares rusos de Telegram han informado de la destrucción de un tren ucraniano de 12 vagones que transportaba municiones en la región de Nikolaev y de otros ataques con misiles Iskander contra tres depósitos de municiones, drones y misiles en la planta industrial de Yuzhmash en Dnepropetrovsk.
Las autoridades de Luhansk informaron hoy de que 10 drones ucranianos atacaron un depósito de petróleo en la ciudad minera de Rovenky, provocando un incendio y continuando atacándolo incluso durante las operaciones de extinción de incendios.
Perspectivas
Indiscreciones de fuentes tanto rusas como ucranianas indican que el mando ruso está acumulando al menos cuatro grandes complejos de fuerzas para desencadenar a corto plazo una ofensiva simultánea en varios frentes, posiblemente con el objetivo de provocar el colapso de las defensas ucranianas, escasas de tropas, municiones y defensas aéreas en muchas zonas y con varias unidades varadas en la región rusa de Kursk.
Es difícil saber si se trata de un riesgo real o si las fuerzas rusas seguirán manteniendo el actual esfuerzo ofensivo que permite un avance constante y diario. Diversos análisis filtrados por círculos de la OTAN y think-tanks pro-ucranianos han señalado repetidamente que Moscú no dispone de las reservas necesarias para desencadenar fuertes ofensivas debido también a las importantes pérdidas sufridas según Kiev y los angloamericanos.
Los funcionarios de la OTAN y el Pentágono siguen hablando de «modestos» progresos rusos, señalando que Moscú carece de las capacidades necesarias para montar una ofensiva decisiva o a gran escala.
Los analistas subalternos del ISW sostienen que los rusos no disponen de tropas y medios suficientes para continuar indefinidamente las actuales operaciones ofensivas y que, en consecuencia, «es probable que sigan eludiendo los éxitos significativos desde el punto de vista operativo». La misma fuente admite que es probable que la ofensiva rusa alcance su punto álgido «en los próximos meses, si no semanas» y señala que las fuerzas rusas han realizado recientemente importantes avances tácticos, pero no han demostrado su capacidad para conquistar objetivos operativamente significativos.
La evolución del campo de batalla nos dirá si esto es así. En cualquier caso, hay que tener en cuenta que la OTAN, el Pentágono y el think-tank de Washington están abiertamente alineados con la causa de Kiev, y las evaluaciones realizadas pueden estar más destinadas a fomentar la concesión de nueva ayuda militar occidental a Kiev que a captar la situación real en el campo de batalla."
( Gianandrea Gaiani , Analisidifesa, 12/10/24, traducción DEEPL, mapas y enlaces en el original)
No hay comentarios:
Publicar un comentario