12.10.24

Para mí, el líder político más distinguido del mundo es Gustavo Petro, Presidente de Colombia... mientras Petro hablaba del punto de no retorno del colapso ecológico, sus enemigos políticos pensaban en otro punto de no retorno: acabar con su mandato presidencial mediante un golpe de Estado institucional, del tipo de los que derrocaron o inhabilitaron a otros presidentes progresistas en América Latina (Manuel Zelaya, Fernando Lugo, Dilma Rousseff y Lula da Silva, Evo Morales, Rafael Correa)... a la lawfare o guerra jurídica que ahora comienza, le seguirá la mediafare o guerra informativa, por la necesidad de acallar una voz que estaba ganando demasiada credibilidad ante demasiada gente. Una voz y un mensaje que el capitalismo ha entendido mejor que nadie: la propuesta de Petro implica el fin del capitalismo y del neocolonialismo... Si el pueblo colombiano se levanta en apoyo a Petro, el golpe fracasará (Boaventura de Sousa Santos)

 "(...) Para mí, el líder político más distinguido del mundo es Gustavo Petro, Presidente de Colombia. Conozco al Presidente Petro desde hace muchos años, pero tengo que decir que me sorprendió cuando leí su primer discurso en la primera Asamblea General de la ONU a la que asistió. Era la primera vez que oía al presidente de un país hablar con tanta competencia técnica y convicción política sobre el gran problema tabú de nuestro tiempo: la probabilidad de la sexta extinción, la extinción de la especie humana debido a la catástrofe ecológica que se avecina. Demostró claramente que si no dejamos de consumir gas, petróleo y carbón, la humanidad corre el riesgo de extinguirse.

Podemos imaginar la amenaza que esto supone para todos los intereses económicos, políticos y financieros y para los poderes que los representan. Este es el tema más radicalmente vetado por las fuerzas políticas internacionales que controlan la agenda política mundial (y por tanto la de la ONU) sobre el cambio climático y su rosario de COPs periódicas e inútiles. Es el tema que por excelencia va más allá de las libertades autorizadas porque desafía el (des)orden capitalista y neocolonialista dominante. Fue uno de los discursos más importantes pronunciados en el gran auditorio de la ONU desde su fundación.

A partir de ese momento, sentí que Petro era un político marcado por los poderes dominantes del mundo, un blanco a abatir. Le dieron un poco más de tiempo, esperando que su discurso fuera una manifestación fugaz, una vanidad pasajera de un político nuevo en la escena internacional con ganas de hacerse un nombre. Lo cierto es que Gustavo Petro ha mantenido el mismo discurso en todas las reuniones internacionales a las que ha asistido, y lo ha hecho cada vez con mayor habilidad y vehemencia. Como consecuencia, ha tenido algunos momentos de fricción con algunos de sus aliados continentales más importantes, en particular con Lula da Silva.

Su más reciente e incisivo discurso tuvo lugar el 27 de septiembre en el congreso organizado por la corte constitucional en la ciudad de Manizales. Es un discurso antológico. Cito un paso especialmente importante:

“En la reunión de Davos (Suiza) de hace dos años, donde me invitaron la gente que llegaba allí, que dicen ser los ricos del mundo, súper ricos, le llaman ahora, billonarios, con ‘b’ larga, por la enorme cantidad de dinero que han acumulado, expresaban en sus propias palabras que la humanidad estaba viviendo una pluricrisis, fue el nombre que se inventó: la pluricrisis. Varias crisis al mismo tiempo.

Recién pasábamos el covid, la enfermedad, existía en ese momento, como lo sufrimos aquí en Colombia, una escasez alimentaria que llevó a un crecimiento del hambre en todo el mundo por el precio de los insumos y de los alimentos mismos a escala mundial, originó la inflación en Colombia en el traspaso del gobierno, vivíamos la guerra que comenzaba Ucrania, vivíamos el colapso climático, lo vivimos aún, lo colocaban como una más de las crisis y el estancamiento económico. Las cinco crisis que dilucidaron en medio de su club social, que a través de medios de comunicación se expresan como ideas de la gente que más ha acumulado capital en el mundo hacia la humanidad.

Cinco crisis al mismo tiempo que, en mi opinión, están relacionadas y que ameritan un análisis pormenorizado de cada una de ellas, que no podríamos ahora, sino el por qué están interrelacionadas, ¿Por qué la guerra? ¿Por qué el hambre? ¿Por qué la pobreza y la desigualdad social que conlleva? ¿Por qué el estancamiento económico? Se correlacionan con el colapso climático que ya no llamo crisis.

Colapso climático

Ha cambiado el nombre, porque hace unos años se llamaba el cambio climático, no daba la noción de lo que significaba un simple cambio de clima que cualquier colombiano experimenta en un día, simplemente yéndose de viaje en su propio país, hacia el concepto de crisis climática mucho más descriptivo de lo que pasa.

Pero, a partir del comienzo de la quema de la selva amazónica en este mes, el concepto hay que desplazarlo de crisis a colapso, porque la quema de la selva amazónica, en la ciencia, es uno de los puntos de no retorno, concepto que ellos han construido, que nunca debimos haber alcanzado y ya lo estamos viviendo.

Este tema no lo pone en discusión la política, no es en el debate político, ni derechas ni izquierdas, que aparece el problema del colapso climático en la discusión humana.

Lo pone la ciencia y cuando la ciencia es la que inicia un debate es porque en realidad la política y los sistemas de ideas alrededor de la política, de la discusión política, se han quedado atrás completamente, han sido desfasadas. Yo le agregaría a la política la economía, mi profesión, porque es la economía la que genera la crisis o el colapso climático.

Y esto, digamos, es el punto central de este tema, no es como en las pasadas cinco extinciones de la vida en el planeta, que llevamos cinco, todas por razones climáticas, todas. Algún tipo de especie se salva y sobre esa se reproduce el siguiente ciclo vital hasta que llega un nuevo choque climático, desaparece y algo hace que aparezca una nueva especie, un nuevo sistema vital. Ha cambiado cinco y está la sexta vez en el planeta Tierra”.

Mientras el presidente Petro hablaba del punto de no retorno del colapso ecológico, sus enemigos políticos pensaban en otro punto de no retorno: acabar con su mandato presidencial mediante un golpe de Estado institucional, del tipo de los que derrocaron o inhabilitaron a otros presidentes progresistas en América Latina a partir de 2009: Manuel Zelaya en Honduras (2009), Fernando Lugo en Paraguay (2012), Dilma Rousseff (2016) y Lula da Silva en Brasil (2018), Evo Morales en Bolivia (2019), Rafael Correa en Ecuador (2020). Poco más de una semana después del discurso de Gustavo Petro en Manizales, el Consejo Nacional Electoral acusó al presidente Petro de fraude en la financiación de su campaña electoral de 2022, una acusación que podría llevar a la pérdida de su mandato presidencial por parte de la Camara de Representantes.

Hay muchas razones nacionales para esta movilización de los enemigos políticos de Petro, pero que no quepa duda de que a la lawfare o guerra jurídica que ahora comienza (o se manifiesta porque se viene anunciando desde hace tiempo) le seguirá la mediafare o guerra informativa y que la repercusión internacional que se le dará obedece a la necesidad de acallar una voz que estaba ganando demasiada credibilidad ante demasiada gente. Una voz y un mensaje que el capitalismo ha entendido mejor que nadie: la propuesta de Petro implica el fin del capitalismo y del neocolonialismo tal y como los conocemos hoy.

El capital internacional tiene una notable experiencia histórica en saber cómo engañar y dividir a la izquierda, y lo hará en este caso. Pero la experiencia histórica también nos demuestra que es mucho más difícil engañar al pueblo. Y en este caso, el pueblo colombiano conoce por experiencia propia, en sus comunidades, en sus bosques, en sus ríos, las consecuencias catastróficas de las que habla Petro. Si el pueblo colombiano se levanta en apoyo a Petro, el golpe fracasará. ¡No Pasarán!"

( Boaventura de Sousa Santos, Universidad de Coímbra (Portugal). Profesor distinguido de la Universidad de Wisconsin-Madison (EE.UU.). Other News, 11/10/24)

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