"Ya sabíamos que a Israel no le importan los cautivos. Siempre planeó reiniciar el genocidio.
Las excusas que Israel ha dado para renovar el genocidio:
1. Israel dice que está tratando de obligar a Hamás a liberar a los cautivos en Gaza.
Sin
embargo, como sabemos por los que ya han sido liberados, el bombardeo
indiscriminado de Gaza sólo aumenta las posibilidades de que los
cautivos sean asesinados. No existe ningún escenario plausible en el que
el lanzamiento de bombas de 2.000 libras suministradas por Estados
Unidos sobre Gaza haga que los israelíes retenidos en Gaza estén más
seguros o los traiga antes a casa.
En cualquier caso, Israel
tenía una forma fácil y conocida de recuperar a los últimos cautivos.
Debían ser liberados en la segunda fase del acuerdo de alto el fuego, ya
muy pasada su fecha de aplicación. Pero hace semanas Israel decidió
romper el acuerdo que había firmado e imponer nuevos términos en los que
el resto de los cautivos tendrían que ser devueltos – y sin que Israel
cesara su fuego o se retirara del enclave, como había acordado hacer.
Lo
que demuestra la vuelta de Israel al genocidio es que el gobierno
israelí prefiere matar al resto de cautivos -vaporizándolos con el
último cargamento de bombas de 2.000 libras de Trump- antes que hacer
una concesión para garantizar su liberación o poner cualquier limitación
a su capacidad de masacrar a la población de Gaza.
2. Israel afirma que Hamás estaba rearmándose y planeando un nuevo ataque.
Como
siempre Israel invierte la verdad. Fue Israel quien fue rearmado por la
administración Trump con las bombas que ahora destrozan a los niños de
Gaza. Hamás -aislado del mundo exterior- no tenía ninguna ruta obvia
para rearmarse.
Y en cuanto a los planes para otro 7 de octubre,
tanto Hamás como el mundo se sorprendieron de que sus combatientes
consiguieran salir del diminuto y asediado territorio de Gaza la primera
vez. Hamás asumió que sería una misión suicida. Lo consiguió sólo
porque Israel se había vuelto tan complaciente en sus 17 años de asedio
del enclave, que imaginó que los 2,3 millones de personas que vivían
allí estaban permanentemente sepultadas.
Israel suponía que los
palestinos nunca lograrían encontrar una salida del gigantesco campo de
concentración que Israel había construido para ellos. Es poco probable
que Israel vuelva a bajar la guardia.
En otras palabras, Israel
miente descaradamente sobre sus razones para reanudar la matanza. Miente
como lo ha hecho una y otra vez durante los últimos 18 meses.
Israel
siempre tuvo la intención de reiniciar el genocidio tan pronto como la
administración Trump hubiera podido atribuirse el mérito de negociar el
alto el fuego. Entonces podrían trabajar juntos para inventar una nueva
serie de pretextos -basados en mentiras sobre quién estaba violando el
alto el fuego- para justificar por qué había que asesinar a más niños de
Gaza.
Desde luego, Joe Biden y sus funcionarios deben ser juzgados en La Haya por los primeros 15 meses del genocidio. Pero son Trump y su administración los responsables de cada muerte palestina de aquí en adelante." (Jonathan Cook , blog, 18/03/25, traducción DEEPL)
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