2.9.08

Una deuda muy opaca

“El fiscal de Nueva York ataca a la banca de inversión por la venta de deuda opaca.

(…) En el epicentro del escándalo figura un sofisticado producto financiero conocido como ARS. Son bonos a tipos de interés subastables, un mercado valorado en 200.000 millones de dólares, que llegó a mover 33.000 millones poco antes de la crisis. Se ofrecían a los clientes como activos canjeables por efectivo, cuando en realidad después se vio que las entidades que los vendían no disponían de liquidez.

Tampoco se informó a los clientes de que estaban expuestos a los riesgos derivados de la congelación del mercado de crédito, tras el estruendoso derrumbe de las hipotecas subprime. Para Cuomo, que lleva cinco meses investigando las prácticas en este negocio, esto suponía un claro engaño, un fraude del que debe responder la banca.

El escándalo estalló en febrero, cuando los inversores se toparon con la desagradable sorpresa de que los bancos de inversión abandonaron sus posiciones como compradores de último recurso y no podían deshacerse de sus activos. "Miles de inversores quedaron atrapados en una pesadilla financiera", explica Andrew Cuomo, que clama porque se les devuelva el dinero. Y rápido.

El mercado de los ARS permite desde hace dos décadas a administraciones locales, fondos de inversión y entidades que conceden préstamos a estudiantes pedir dinero prestado a más de 20 años a tipos de interés que se subastan cada siete, 28 o 35 días. Desde febrero está virtualmente congelado, por la caída de la demanda.” (El País, ed. Galicia, Economía, 17/08/2008, p. 20)

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