Se considera que este índice (elaborado por la Bolsa Báltica de Londres, que empezara a funcionar en su café báltico hace casi tres siglos) es uno de los mejores barómetros que existen para medir la marcha de la economía mundial, al ser la actividad económica el principal determinante de la demanda de los servicios de transporte, a la vez que se le tiene por muy por fiable por carecer de contenido especulativo. (...)
La explicación de la caída del Índice Báltico tiene una componente real que es la menor demanda de transporte, al caer el consumo de las materias primas, y otra financiera, por la conocida desconfianza a prestarse entre los bancos, algo que ha llevado a que la emisión de cartas de crédito (o crédito documentario) se esté encontrando con enormes dificultades; en suma, para que se haya frenado la financiación del comercio exterior. (...)
La pregunta es si la caída del Índice Báltico está anunciando un frenazo de características catastróficas (durante la Gran Depresión de 1930-1933 se produjo una caída del 65% en las importaciones de un grupo de 75 países) o algo más fácil de superar.
Desde luego, la magnitud de la caída no augura nada bueno, ya que en ninguna de las dos recesiones de los últimos 25 años había sobrepasado el 50% de pérdida. (...)En conclusión, más parece que el Índice Báltico esté apuntando a un largo periodo de estancamiento punteado por una o varias recesiones del tipo de las tres que se produjeron en la economía estadounidense entre 1973 y 1983. De hecho, el dato de que el precio de las materias primas y de su transporte por mar siguiera creciendo durante el primer semestre de este año, cuando ya la economía de Estados Unidos estaba en recesión, parece recalcar la situación que se produjo al comienzo de ese largo periodo (algo que ha confundido a los bancos centrales, erróneamente preocupados a comienzos de este año por la inflación). Aunque el estrangulamiento del crédito recuerda más la situación vivida al final de este mismo decenio." (JUAN IGNACIO CRESPO: Vientos fríos del Báltico (El País, Negocios, 14/12/2008, p. 5)
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