15.1.09

La cuestión, la falta de información. El no saber distinguir la empresa buena de la mala, pero ¿para que están los ordenadores?

"A principios del siglo XXI, la innovación financiera ha sido más sofisticada (securitizada) y globalizada pero el "problema básico" ha sido el mismo: tanto en periodos de boom como de crash financiero, la Bolsa no cumple (o cumple muy mal) su tarea de diseminar la información sobre el valor relativo de las empresas.

Así se puede argumentar que la Bolsa de Nueva York a principios de los años 30 del siglo pasado sufría de una subvaloración de activos generalizada, y lo mismo se puede argumentar de muchas Bolsas (incluida la española) a principios del 2009. Entonces, como ahora, la pregunta es: ¿por qué no se remonta la Bolsa rápidamente, empezando por las acciones más subvaloradas? El problema es, que no puede ser, porque no hay capacidad de compra para poder discernir.

El "problema básico" tiene trampa: la misma crisis afecta al valor de las empresas (como valor presente de sus dividendos), porque sus activos, con los que tienen que avalar créditos, están directamente ligados a la evolución financiera, sus ventas dependen de la situación global de la economía, sus políticas de empleo dependen de la situación del mercado laboral, y la misma productividad de las empresas no es independiente de la crisis.

Es esta incertidumbre, que hace difícil descifrar cuáles son los activos más subvalorados, porque no es una historia de buenos y malos (aunque malos los haya) sino de contagios. En este contexto, es la aversión a la incertidumbre la que frena al inversor y al acreedor, ahondando la recesión." (RAMON MARIMON: Del 'crash' de 1929 a la crisis de 2008. El País, ed. Galicia, Opinión, 12/01/2009, p. 25)

No hay comentarios: