15.5.09

El delito de emigrar... lleva la pena de que te quiten los hijos

"El Gobierno de Italia convierte en delito la inmigración clandestina. La nueva ley de seguridad de Berlusconi autoriza las patrullas ciudadana (...)

Las enmiendas recogen viejas aspiraciones de la Liga del Norte: se convierte en delito la inmigración clandestina y se amplía el periodo actual de detención de los sin papeles en los centros de identificación y expulsión. Este plazo de detención, que en España es de 40 días y se ampliará a dos meses antes de final de año, en Italia ya alcanza los dos meses y con la nueva ley se extenderá hasta los seis meses, en línea con el máximo permitido por la UE.

Además, con la nueva ley, se legalizan las rondas ciudadanas, que colaborarán con la policía denunciando posibles situaciones de peligro, y se prohíbe realizar cualquier gestión administrativa a los inmigrantes sin permiso de residencia.

Esta última medida era uno de los grandes escollos, porque la oposición, la Iglesia y las organizaciones humanitarias han denunciado que los hijos de los sin papeles no serán inscritos en el registro y corren el riesgo de que se les declare en estado de abandono y sean dados en adopción." (El País, ed. Galicia, Internacional, 14/05/2009, p. 6)

"Lo que está sucediendo en Italia, lo que ha pasado esta semana, con la aprobación de nuevas leyes que convierten en delito la inmigración clandestina y que reducen, o prácticamente eliminan, los derechos de esas personas (incluidos los bebés, a los que no se permitirá inscribir en el Registro) es un escándalo y debería suscitar una reacción mucho más vigorosa en el conjunto de la Unión Europea. ¿De qué nos sirve el Parlamento Europeo si las fuerzas democráticas presentes en esa Cámara no son capaces de denunciar el giro que está adoptando el Gobierno de Silvio Berlusconi y que, al menos en algunos aspectos, recuerda al fascismo?

Europa reaccionó con mucha más fuerza hace casi diez años cuando el partido ultraderechista de Jorg Haider entró a formar parte de un Gobierno de coalición austriaco e, incluso, adoptó determinadas sanciones, antes incluso de que ese Gobierno hubiera aprobado, ni por lo más remoto, leyes parecidas a las que ahora se pretende ignorar en Italia.

El debate sobre la inmigración clandestina en Italia es absolutamente propagandístico y forma parte de una estrategia populista que distrae la atención sobre otros hechos mucho más graves como el florecimiento de la Mafia, la acumulación de poderes por parte de Berlusconi y sus socios, y la degradación de un sistema político corroído en alguna de sus partes por la corrupción. Por 297 votos a favor, 255 en contra y 3 abstenciones (¿quién se puede abstener en un debate semejante?) el Parlamento italiano aprobó unas "nuevas disposiciones en materia de seguridad pública" (http://www.camera.it) que alientan la retórica racista y xenófoba, como denunció el propio presidente de la República, Giorgio Napolitano. (...)

No permitir que se inscriba a un recién nacido en el Registro es negarle su derecho, desde el nacimiento, a un nombre, algo que se recoge en la Declaración Universal de Derechos del Niño y pone en peligro su vida y su salud, porque le hace invisible, una no-persona. ¿En qué evita esa "nueva disposición en materia de seguridad" la emigración clandestina desde África o desde Bangladesh?" (SOLEDAD GALLEGO-DÍAZ: El escándalo Berlusconi. El País, Domingo, 17/05/2009, p. 13)

No hay comentarios: