7.5.10

Del malestar... al romanticismo...

"En el Reino Unido, el país del empresariado liberal, con la City de Londres, el principal centro financiero de Europa, y un número récord de personas realmente ricas, reina la desesperación. Según algunos, es el principal enfermo de Europa: con su déficit de 180.000 millones de libras esterlinas, Londres no tiene el más mínimo interés en quejarse por el desorden griego. El Estado no va bien y a la gente normal apenas les va mejor. El endeudamiento de los hogares en el país es dos veces más elevado que en Francia.

Numerosas asociaciones denuncian el recrudecimiento de los atracos a punta de navaja, el fenómeno de la embriaguez hasta perder la conciencia entre las mujeres y una inseguridad tal en los centros educativos que se instalan detectores de metales a la entrada. Las encuestas sociológicas atestiguan la aparición de una nueva categoría en la clasificación social: los NEET (Not in Education, Employment or Training, es decir, ni estudiantes, ni empleados ni en formación), una categoría que va en aumento.

¿Se está produciendo realmente una "recesión social" en Gran Bretaña? El serio semanal The Economist analizó recientemente el fenómeno y demostró, apoyándose en cifras y gráficos, que la delincuencia está descendiendo, al igual que el número de madres menores de edad (aunque sea el porcentaje mayor de Europa). También disminuye el consumo de alcohol y de drogas, aunque sea de forma marginal. La opinión pública sostiene una imagen muy negativa del país. En 1997, con la llegada al poder del Partido Laborista, el 40% de los británicos pensaba que su país resultaba cada vez menos agradable para vivir; con Gordon Brown como primer ministro, incluso antes de la crisis, este porcentaje llegaba al 73%. (...)

No obstante, la campaña electoral hace aflorar también otros sentimientos. Para descifrarlos, podemos empezar recordando la reacción histérica de la mayoría de los británicos ante la muerte de la princesa Diana en 1997. Era "la reina de corazones", pero la clase política guardaba sus reservas sobre ella, ya que consideraba que carecía de la clase y la madurez necesarias en una futura reina. Entonces, los tabloides se tomaron muy mal la publicación del ensayo "La sentimentalización de la sociedad moderna", de Anthony O'Hear, profesor de filosofía y presidente del Royal Institute of Philosophy. Según el autor, el duelo universal revelaba una tendencia profunda y negativa del país hacia un "gusto insaciable por el sentimentalismo que aparta la mirada de la realidad, en todos los aspectos de nuestra existencia".

¿Qué tiene que ver todo esto con las elecciones legislativas de hoy? Los debates televisados de los principales candidatos al puesto de primer ministro han introducido de forma patente un elemento nuevo: la reacción espontánea y la referencia al sentimiento. Antes no existía este tipo de debate. No se trata tan sólo de copiar los modelos políticos extranjeros, sino de algo más importante relativo a la naturaleza misma del sistema político." (Presseurop, 06/05/2010, citando a Polityka Varsovia)

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