"La economía española ha acumulado dos tipos de desequilibrios tras haber crecido 15 años al 3,5%, medio punto por encima de su potencial, y toparse con una grave crisis financiera internacional y una grave recesión. El primero ha sido el fiscal. El sector público ha tenido que hacer un esfuerzo extraordinario para evitar una recesión mayor, pasando de tener un superávit de 1,7% del PIB en 2007 a un déficit del 11,2% del PIB 2009, un deterioro de 13 puntos porcentuales de PIB en dos años. (...)
Irlanda, que actuó con celeridad recortando salarios públicos entre un 10% y un 20% como base de su programa, ha conseguido no tener contagio alguno ni ser mencionada en el comunicado final del Ecofin, mientras que instaba a Portugal y a España a tomar medidas adicionales. (...)
El segundo problema de la economía española es el de la competitividad, que está relacionado con el anterior y que sólo puede abordarse con reformas estructurales. El desempleo cuesta a la Seguridad Social más de 33.000 millones de euros al año. Si no hubiese sido de nuevo más del doble que el de la ZE, no tendríamos que haber hecho una contracción fiscal tan fuerte, demostrando que hay que hacer una reforma de la contratación laboral." (Guillermo de la Dehesa. Muy positivo, pero no es todo. El País, ed. Galicia, España, 14/05/2010, p. 13)
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