La recuperación de la economía mundial es "frágil" y "desigual", el paro "se mantiene en niveles inaceptables en varios países", pero ya no habrá más estímulos fiscales para reactivar la economía. El recorte del déficit público se ha impuesto como prioridad, primero en Europa, y ahora en todos los países industrializados. Así lo consagra el comunicado final del G-20, que terminó el domingo su cuarta cumbre en Toronto (Canadá). (...)
La oposición de los emergentes -con niveles de déficit inferiores-  quedó reflejada en el comunicado, ya que no se les aplicará el objetivo  mínimo de déficit pactado por las economías industrializadas.
Es una señal más de la fragmentación de lo que en las primeras cumbres del G-20 fue un impulso coordinado contra la crisis. Al término de la cumbre, Obama prefirió una formulación más diplomática: "Cada país establece su camino, pero todos nos movemos en la misma dirección".
Como estaba  previsto, también se deja a cada país que decida cómo garantizar que la  banca financie los rescates, pasados o futuros, de entidades en  problemas. "Algunos países están desarrollando impuestos al sector  financiero; otros exploran una aproximación diferente".   (El País, ed. Galicia, economía ,  28/06/2010, p. 20)  
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