"Cabe mencionar que el monto de la deuda del gobierno español que tendrá que ser refinanciada este año (a junio) es solamente de 65.000 millones de euros y alcanza un máximo de 78.800 millones de euros en 2011. A partir de ese año, las necesidades de refinanciamiento caen marcadamente. Esto se muestra en el Gráfico 2.
En comparación al fondo europeo de $750.000 millones que las autoridades europeas, en conjunto con el FMI, han destinado para el apoyo financiero a los países de la Eurozona, los 65.000 millones de euros para este año representan una cantidad relativamente minúscula.
Esto significa que si las autoridades europeas quisieran evitar la posibilidad de un incremento en el riesgo de la deuda española debido al incremento en la tasas de interés en un futuro inmediato – como sucede en los escenarios discutidos más adelante – lo podrían lograr fácilmente con los recursos ya existentes y asignados.
La inflación subyacente de España fue negativa en abril de este año y apenas positive en mayo, de manera que existe una mayor amenaza de deflación para la economía – la cual, entre otros factores, causaría el incremento de la relación deuda/PIB del país – que de un incremento en la inflación. Por tanto, una política de financiamiento de nueva deuda por el banco central es razonable para España como una medida de implementar una política fiscal contra-cíclica sin acumular una carga de deuda posiblemente insostenible." (Mark Weisbrot y Juan Montecino: Alternativas a la austeridad fiscal en España. En www.vnavarro.org)
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