Esa noche, después de que cientos de miles de ciudadanos franceses se unieran a las protestas contra la medida de prolongar la edad de jubilación nacional de 60 a 62 años, un corresponsal británico de Channel 4 News se preguntaba si con la propuesta de ampliar la edad mínima legal de jubilación, Nicolas Sarkozy no se había ganado la antipatía de los ciudadanos, como le ocurrió a Margaret Thatcher con el impuesto de capitación creado hace 20 años.
La observación del señor Rugman subraya el marcado contraste entre la reacción de los ciudadanos franceses y los británicos ante los anuncios paralelos esta semana de las medidas de austeridad en los dos países. Después de que se anunciaran los recortes británicos, el diario Guardian informó de que alrededor de 3.000 personas asistieron a una protesta en Londres." (Presseurop, 21 octubre 2010, citando a The New York Times Nueva York)
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