5.10.10

Legalización (regularización) de la droga ¡Ya! ... o todo irá a peor... empezando por México

"I. Un fracaso mundial

El consenso punitivo sobre las drogas vive una crisis de eficacia global. Sus resultados son pobres y sus costos altos. La prohibición, nacida en la Convención Internacional del Opio de 1912, se expandió paso a paso entre 1949 y 1961, y fue asumida por todos los países signatarios de la ONU en 1998. Su fin declarado: “Reducir tanto la oferta ilegal como la demanda de drogas”.

Nada indica que esto haya sucedido. En los países consumidores, luego de medio siglo de persecución, no han descendido ni la oferta ilegal ni la demanda. Se ha mantenido estable el consumo de cocaína y heroína. Ha crecido el de metanfetaminas y mariguana. Según la propia ONU, en 2008, diez años después del acuerdo universal de prohibición, consumían drogas entre 155 y 250 millones de personas, es decir, entre 3.5% y 5.7% de la población mundial, un rango similar al de la década anterior. (...)

Según la ONU, en 2003 el valor global del mercado de drogas ilícitas era de 322 mil millones de dólares. De ellos, 140 mil millones correspondían a la mariguana, 70 mil a la cocaína, 65 mil a los opiáceos y la heroína, 44 mil a las metanfetaminas. Del total del valor añadido a esas drogas por su carácter ilegal, el 76% se quedaba en los países consumidores y el 24% restante en los países productores y de paso. (...)

Es posible, según apuntan los defensores de la prohibición, que el consenso punitivo haya detenido la expansión del mercado en los países consumidores, logro no desdeñable. Pero es un hecho que no lo ha reducido, como era su propósito. En todo caso, con el paso del tiempo lo que se ha visto es un proceso de “maduración” de ciertos mercados, que no crecen más porque han llegado a un límite: una franja de equilibrio práctico entre consumo, tolerancia y persecución. (...)

La Comisión Europea calcula que hay en el mundo un millón de presos por delitos vinculados a las drogas: 500 mil están presos en Estados Unidos, la mayoría son negros o hispanos. (...)

Y, sin embargo, el mercado sigue tan estable como siempre en las grandes ciudades estadunidenses, en un esquema de territorios tolerados cuya dialéctica de control puede entreverse en series como The Wire, que ficcionaliza el fenómeno en la ciudad de Baltimore, o El cártel de los sapos, que lo ve desde los tratos de los cárteles colombianos.

Por la concentración del esfuerzo mundial en reducir la producción y el tráfico, los países productores y de paso pagan costos mayores en todos los órdenes. Son los verdaderos escenarios de la “guerra contra las drogas”, sin ser, como se ha visto, los beneficiarios mayores del valor añadido por el tráfico ilegal.

Países de producción y paso como Myanmar, Afganistán, Irán, o en América Latina, Perú, Colombia y México, han pagado en violencia, corrupción, inseguridad y desarticulación institucional, costos superiores a los que el consumo de las drogas prohibidas hubiera provocado en su salud, su economía, su seguridad o su equilibrio social. (...)

II. El fracaso de México

Los frutos de medio siglo de persecución de las drogas en México no podrían ser más amargos: una epidemia de inseguridad, violencia y corrupción institucional, incapaz de contener o reducir el flujo de enervantes hacia el estable mercado estadunidense.

Los resultados mexicanos en detenciones, decomisos o capturas de capos son notables. La irrelevancia de esos logros ante lo buscado, también. Todas las operaciones policiacas, todas las detenciones, campañas y muertes, no han reducido el flujo internacional de narcóticos prohibidos. (...)

Todo esto ha contribuido quizás al único beneficio alegable por nuestros vecinos: mantener estable o con crecimiento moderado el consumo de drogas en Estados Unidos. (...)

Los gobiernos locales de México son incapaces de administrar un esquema de tolerancia controlada como el que funciona en las grandes ciudades estadunidenses. Ciertas regiones y ciudades del país muestran síntomas de inseguridad semejantes a los que presentan los Estados fallidos. (...)

Las altas rentas de mercado ilegal de drogas han dado paso a un crimen organizado capaz de corromper y por momentos de suplir las funciones del Estado. El Estado mexicano no parece capaz de enfrentar organizaciones criminales que capturan rentas tan cuantiosas.

III. Las rentas del crimen ¿De qué rentas hablamos?

La cadena de valor de estas drogas explica por sí sola la razón del tráfico: un reparto exuberante de ganancias. (...)

Un kilo de pasta de coca en Colombia tiene un valor de 950 dólares. Convertido en base de coca, su valor sube a mil 430 dólares. Vuelto cocaína propiamente dicha, el valor del kilogramo sube a dos mil 340 dólares. Con ese precio sale de Colombia, o de Perú o de Bolivia, y va agregando valor conforme vence las barreras de su persecución.

Puesta en alguna ciudad mexicana de la frontera norte, el valor del kilogramo de cocaína es ya de 12 mil 500 dólares. En cuanto cruza la frontera y pisa territorio estadunidense, sube a 26 mil 500 dólares. Una vez que se divide en gramos y se reparte en sobres o líneas en las calles de las grandes ciudades de Estados Unidos, el prodigioso kilogramo de cocaína puede alcanzar un rendimiento de hasta 180 mil dólares.

Algo similar sucede en la cadena que la lleva a Europa. El hecho significativo para las rentas del narcotráfico mexicano es que por pasar la línea fronteriza con Estados Unidos, un kilo de cocaína puede dejar una ganancia de 14 mil 500 dólares. (...)

No hay cifras precisas del volumen de mariguana, cocaína, heroína o metanfetaminas que los narcotraficantes mexicanos pasan a Estados Unidos. De hecho, como hemos apuntado antes, no hay cifras precisas sobre el mercado global de enervantes.

Según la Oficina de la Casa Blanca para la Política de Control de Drogas, en el año 2006 los ingresos totales del narcotráfico mexicano eran de 13 mil 800 millones de dólares. El 60% de esa cantidad, ocho mil 600 millones de dólares, correspondía al tráfico de mariguana. (...)

De ahí el impacto extraordinario que podría tener sobre todo el cuadro la posible legalización plena de la mariguana que los ciudadanos de California decidirán en un plebiscito el 2 de noviembre próximo. Podría ser la bandera de salida para una legalización equivalente en México que golpearía un alto porcentaje de los ingresos del crimen organizado. " (Nexos en línea, 'Legalizar. Un informe, 01/10/2010)

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