4.3.11

"En Alemania, los sindicatos dicen que la tasa de paro (7,2%) debe... incluso triplicarse, si se incluyen ciertas categorías de empleados paupérrimos"

"La deuda griega ha aumentado en más de 40.000 millones en un año y ya asciende a más de 340.000 millones (147% del PNB). Si no cambia la política, en dos años Grecia e Irlanda habrán quebrado y otros estarán al borde de la quiebra.(...)

No es de extrañar el creciente malhumor contra los políticos y el establishment que se detecta por doquier. La imposición del Directorio europeo añade ofensa nacional al escarnio social. (...)

Con su economía doméstica y su esfera social en caída libre, también los europeos perderán la paciencia. Hay síntomas del fenómeno hasta en Alemania el país de Europa, que, según nos dicen "va bien". Nadie explica cómo es posible que el sujeto de esa feliz Alemania que va tan bien sea el "Wutbürger", el ciudadano irritado.

Casi dos tercios de los alemanes opinan que sus políticos son incompetentes y sus financieros irresponsables. Casi tres cuartas partes (72%) cree que los bancos y compañías de seguros "no han comprendido nada de la crisis y continúan con un más de lo mismo".

Tres cuartas partes (74%) dan por hecho que los políticos están más pendientes de los intereses del sector financiero que de los contribuyentes.

La diferencia de Alemania con otros países de Europa del sur es que su Estado social es mucho más desarrollado. Hay más tejido que recortar, pero la tendencia es la misma que en el conjunto de Europa. (...)

Con su Economía Social de Mercado, Alemania se afirmó desde la posguerra como un país socialmente mucho más estable y nivelado que la media europea. A partir de 1990, la desaparición del espantajo comunista restó sentido a la moderación.

Desde 1990 hasta hoy, los impuestos a los más ricos bajaron un 10%, mientras que la imposición fiscal a la clase media subió un 13%. En veinte años la clase media se ha reducido, pasando del 65% a englobar al 59%. Los salarios reales se han reducido un 0,9%, mientras que los sueldos superiores y los ingresos por beneficios y patrimonio aumentaron un 36%.

En 1987 los directivos de las principales empresas (índice DAX) ganaban como media 14 veces más que sus empleados, hoy ganan 44 veces más. Incluso en Alemania, la clase media está descubriendo la precariedad.

El 22% de la población laboral está hoy empleada en condiciones precarias. El trabajo ha dejado de ser algo firme para convertirse en algo mucho más temporal y esporádico. El tradicional vínculo a una empresa se pierde. La precariedad se ha instalado en las relaciones laborales.

Los sindicatos dicen que la tasa de paro (7,2%) debe duplicarse e incluso triplicarse, si se incluye en ella ciertas categorías de empleados paupérrimos, porque el gobierno falsea la estadística de una forma no muy diferente a la que los griegos falseaban sus cuentas.(...)

Si eso pasa en Alemania, quiere decir que toda Europa es sensible a este cambio de humor. La situación invita a los europeos a salir a la plaza Tahrir a ajustarle las cuentas al sistema en su conjunto. (...)

La desigualdad y la injusticia son desestabilizadoras. La gran desigualdad y la gran injusticia son muy desestabilizadoras. Sea Norte/Sur, entre países europeos o en una misma sociedad nacional, la inestabilidad, desesperación y ausencia de futuro de los unos, se proyecta y repercute necesariamente en el conjunto, complicando la tranquilidad de los otros.

Todo indica que esa verdad general se va a hacer bien palpable en la Europa más próxima." (Sin Permiso, 27/02/2011, citando a '
Antes de dos años', de Rafael Poch)

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