17.3.11

"Transformar deuda... a plazos e intereses fijos en deuda a largo plazo cuyos pagos dependan... de si una economía está en recesión"... o no lo está

"Cualquier país avanzado tendría un problema muy serio de deuda si la tuviese que refinanciar a tipos de interés muy altos, por ejemplo con bonos a 10 años al 7%.

Hoy los intereses son aún más altos para Grecia, Irlanda y Portugal, lo que refleja tanto el riesgo de impago (que la especulación acentúa), como el hecho de que la deuda a tiempo e interés fijo es un mecanismo de financiación muy ineficiente (e incita los ataques especulativos, como le pasaba al sistema de cambios de los noventa). (...)

El fondo (EFSF o ESM) debería realizar una función muy importante que es transformar deuda que se debe pagar a plazos e intereses fijos en deuda a largo plazo cuyos pagos dependan, por ejemplo, de si una economía está en recesión, de la contribución neta al fondo de dicho país, etc.

Este no es un ejercicio trivial que requiere valorar ingresos esperados y compromisos y, en situaciones como la actual, trazar rayas entre qué parte de la deuda es sostenible sin subsidios permanentes, lo que a su vez requiere valorar el impacto esperado de distintas reformas económicas y sociales.

Es un ejercicio que requiere profesionalidad e independencia de presiones políticas. Poder decir, por ejemplo: Grecia puede reformar su sistema de pensiones o no, es su decisión, pero si debe respetar sus compromisos con los pensionistas su línea de crédito no puede ser la misma en un caso o en otro porque su capacidad de pago no lo va a ser.

Como no lo será si la gente joven ni se forma (algunos Gobiernos por austeridad han dejado de invertir en educación) ni encuentra trabajo (algunos sindicatos continúan defendiendo los puestos existentes de trabajo).

Con la crisis, en algunos barrios de nuestras ciudades ha resurgido el pago a cuenta a los clientes conocidos. No se trata tanto de un acto de solidaridad, como de mantener la actividad comercial, incluso mejorarla ofreciendo un servicio que ni los grandes almacenes ni las tarjetas de crédito pueden ofrecer.

Los vecinos del barrio no tienen que pasar exámenes de entrada ni hacer promesas de que van a encontrar trabajo. Los comerciantes conocen a sus clientes y llevan las cuentas. Los clientes saben que si no las saldan cuando pueden no van a tener crédito cuando otra vez se encuentren en dificultad.

Lo llaman el comercio tieso. Zapatero debería exportar nuestra inteligencia popular al consejo de finales de marzo: el Pacto del Euro necesita de un fondo tieso." (RAMON MIRAMON: El Pacto del Euro y 'el comercio tieso'. El País, 16/03/2011, p. 33)

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