¿Cuál es la causa de esta actitud de la opinión pública europea? Probablemente, muchos ciudadanos piensan que las causas de los problemas que hoy sufren Grecia y el resto los países sobreendeudados del euro tienen su origen en un problema de valores de los ciudadanos de esos países, y no en un mal funcionamiento de la economía del euro, y en particular un fallo espectacular del sistema bancario europeo y de los órganos públicos y privados (agencias de calificación) encargados de su control y supervisión.
Esa visión errónea e interesada atribuye el sobreendeudamiento de los países periféricos a un problema fiscal. A que los ciudadanos de esos países son, por naturaleza, manirrotos, indolentes, poco trabajadores y que están enganchados al gasto público. Que les falta, en definitiva, ética del trabajo y disciplina.
Esa visión errónea e interesada viene especialmente de Alemania y de los países nórdicos. La canciller alemana, Angela Merkel, ha puesto su voz en muchas ocasiones a esa visión. Pero, curiosamente, también la sostienen algunas de las élites empresariales y financieras de los países ahora con problemas. Incluido España.
Especialmente activas en la defensa de esa visión interesada son las élites financieras, que han sido la causa original del problema. Son esas mismas élites financieras las que, habiendo sido la causa, defienden ahora que la solución es la austeridad y las reformas sociales.
Si no somos capaces de contrarrestar ese discurso de las élites, las prioridades financieras que están intentando imponer serán la puerta trasera por la que se cuelen males mayores.
De una cosa podemos estar seguros: si una parte importante de la opinión pública europea continúa sosteniendo esa visión errónea sobre la causa de los problemas de sobreendeudamiento, y los Gobiernos -especialmente los de Alemania y Francia- demuestran ser incapaces de manejar adecuadamente la crisis de la deuda, veremos emerger otras crisis mucho más peligrosas y destructivas.
Como señalaba recientemente el filósofo y premio Nobel de Economía Amartya Sen, "no se trata solo del euro. Es la democracia en Europa la que está en peligro". (ANTÓN COSTAS: Hoy, Grecia somos todos. El País, Negocios, 31/07/2011, p. 11)
No hay comentarios:
Publicar un comentario