26.9.11

Obama... el indefinido

"Obama heredó un país tan desmoralizado que su discurso de toma de posesión aludió a George Washington en Valley Forge, al hablar de "este invierno nuestro, lleno de dificultades".

Guerras sin dinero para pagarlas, déficits en la oferta, crisis inmobiliaria y crisis bancaria, ambas posibles gracias a una orgía de permisividad reguladora: ese fue el legado que recibió.

En nuestra cultura política, si uno hereda un problema y no lo arregla, el problema se vuelve suyo. Por eso, en algún momento, la gente empezó a hablar de que Irak y Afganistán eran "las guerras de Obama" y la recesión era "la economía de Obama".

Dada la carga estructural que Bush dejó a su sucesor, lo de menos es que esa opinión sea justa o no, es que la memoria es corta. Pero a eso se llama rendir cuentas en nuestro sistema.

Y los republicanos se han mostrado muy eficientes a la hora de reetiquetar todos los fallos del Gobierno de Bush como fallos del actual presidente. Por consiguiente, la verdad histórica ya no es refugio para la presidencia de Obama.(...)

En medio del griterío no se tiene en cuenta que Obama ha conseguido salvar a un país que estaba al borde de la depresión; firmó una ley de reforma sanitaria que aumenta la cobertura, mantiene la capacidad de elección y crea un mecanismo para controlar los costes; orquestó una reforma muy estricta del sistema de regulación financiera; y autorizó la peligrosa misión que acabó con Osama bin Laden.

Para sentirse desilusionado, antes hay que haber tenido ilusiones. Algunos de esos que proyectaron sus intereses en los eslóganes y símbolos de la campaña de Obama estaban siendo unos ilusos, movidos por la retórica del cambio del candidato.

Cualquiera que hubiera prestado atención cuando Obama ayudó a Bush a aprobar el rescate bancario de 2008 debería haber comprendido que, bajo los florilegios retóricos, Obama siempre ha sido un pragmático, precavido, frío y ducho en el arte de lo posible. (...)

No solo es que no reivindique sus éxitos. Es que, en cierto sentido, no se ha definido. Es uno de nuestros presidentes más difíciles de comprender; no tiene raíces profundas en ningún lugar ni ningún movimiento. La biografía de David Remnick dice que Obama se metamorfosea.

Entre los extremistas, eso le hace vulnerable a las difamaciones: es un socialista, un impostor extranjero, un yihadista, un seguidor de la teología de la liberación negra. Entre un público menos paranoico, da una imagen distante o ambivalente."           (BILL KELLER: Cómo llenar los huecos.  El País, ed. Galicia, 21/09/2011, p. 4)

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