21.9.11

¿Qué hacer? Ahora que Grecia está hundida... pues repartir más miseria

"EE UU no consigue que Merkel se olvide de la obsesión por la austeridad.La eurozona rozará la recaída en el segundo semestre, con Grecia hundida.

Bruselas es un lugar raro. Capital de un continente cuyas instituciones son incapaces de gestionar la crisis, pero sobre todo capital de un país sin Gobierno, el bullicio de sus calles invita a echar un vistazo a sus estadísticas: Bélgica crecerá a un ritmo cercano al 2% este año, y en el segundo trimestre creció mucho más que Alemania y que la eurozona en su conjunto.

¿Las razones? Una de las más chocantes, que Bélgica carece de Ejecutivo desde hace 500 días (récord mundial) y por lo tanto no puede aprobar planes de recorte, según afirma, entre otros, Philippe Ledent, economista de ING. Bélgica, en fin, es una especie de extraño símbolo de lo que sucede en Europa. (...)

El presidente norteamericano, Barack Obama, acaba de anunciar un nuevo paquete de estímulo para crear empleo y evitar una doble recesión en su país, y puede que también a escala mundial. ¿Qué hace la vieja Europa al respecto? (...)

Súbanse de golpe los impuestos, despídase a miles de funcionarios, recórtese el gasto público a toda velocidad, rebájense los salarios... Métanse todos esos ingredientes en el cóctel de la política económica y quien utilice esa receta tendrá una suerte de devaluación interna (muy probablemente acompañada de una recesión inicial) para después salir del pozo por la vía de las exportaciones.

Suecia usó ese purgante económico en los noventa (con la inestimable ayuda de la depreciación de su moneda) y le fue estupendamente. Ahora bien, si eso lo hacen todos los países a la vez, el resultado será una recesión generalizada, según cuenta el FMI (...)

En Grecia el primer problema es indiscutible: el país está al borde del impago.... Esas son las consecuencias de una economía que ha vivido muchos años por encima de sus posibilidades, sin duda: pero también de las condiciones excesivamente leoninas en las ayudas de la UE y del FMI.

"Grecia está en la peor situación desde la II Guerra Mundial. Eso es consecuencia de errores propios, pero también de las políticas que han impuesto el Gobierno, la UE y el FMI: impuestos, recortes y todo tipo de ajustes, despidos y recortes de sueldo en varias oleadas.

Eso es una locura que condena a Grecia a una depresión: mayor caída de la demanda, desempleo aún más alto y más que probable incumplimiento de los objetivos de déficit, además de la completa pérdida de control sobre la dinámica de la deuda pública.

Con una consecuencia que tal vez sea la más importante: el país se enfrenta ahora a disturbios sociales sin precedentes", explica el economista Costas Lapavitsas, de la Universidad de Londres.

En esas condiciones, los economistas griegos -y no griegos- empiezan a apuntar a un impago masivo, incluso a una posible salida del euro. "Sin una transferencia de fondos -más allá de esas ayudas que son en realidad créditos-, Grecia suspenderá pagos.(...)

"Europa, y no solo Grecia, está otra vez frente al precipicio. La UE debe cuidar de sus bancos y facilitarle las cosas a Grecia, pero en general debe cambiar la obsesión por el déficit por la obsesión por volver al crecimiento: rebaja de impuestos en Alemania, estímulo fiscal coordinado en el Norte de Europa, rebaja de tipos de interés, lo que haga falta". (...)

Richard Koo, economista jefe de Nomura, explica que el peligro es caer en un círculo vicioso japonés: "Los esfuerzos por los ajustes en plena recesión causada por un periodo de sobreendeudamiento tienen un único resultado: debilitar la economía.

Un estímulo fiscal sería lo adecuado. La UE debería cambiar de perspectiva: no se pueden resolver los problemas con la misma forma de pensar que generó esos problemas; algo así decía Einstein".

Europa sigue enferma y el tratamiento solo consigue elevar la fiebre, pero las instituciones europeas encajan ese cuadro médico con una calma surreal. Pese a los continuos reveses que muestran los datos económicos, la receta sigue resumiéndose con una sola palabra: recortes."                             (El País, ed. Galicia, 18/09/2011, p. 29) 

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