8.5.12

La sanidad deja de ser pública, universal y gratuita para todos los ciudadanos y se convierte en una sanidad solo para los asegurados y la beneficencia. Se saca el sistema a personas que ahora tenían derecho a tarjeta sanitaria, por ejemplo, monjas...

"La sanidad pública nació en España como un seguro social, vinculado a la cotización del trabajador. El modelo se transformó después de la Transición. Desde los años 80, se ha ido avanzando lentamente hacia otra concepción de la salud: no una contraprestación a lo cotizado, sino un derecho ciudadano universal. 

Desde la Ley General de Sanidad de 1986 hasta la ley de salud pública de 2011, todos los pasos han ido en esta dirección, también durante los ocho años de Aznar en el Gobierno. Separadas hace tiempo las cuentas sanitarias de las de la Seguridad Social, son los impuestos generales los que sostienen la prestación. 

Sin embargo, el paquete de reformas publicado este martes en el BOE desanda gran parte de ese camino. El Gobierno ha cambiado el modelo y la sanidad vuelve a considerarse algo que hay que ganarse. El paciente pasa de ser ciudadano a “asegurado”. (...)

La nueva norma cambia las reglas. Garantizará la asistencia a quien pueda acreditar “condición de asegurado”. Eso o estar prácticamente en la pobreza, el otro requisito que exige el Gobierno para poder tener una tarjeta sanitaria. (...)

La sanidad deja de ser pública, universal y gratuita para todos los ciudadanos y se convierte en una sanidad solo para los asegurados y la beneficencia. (...)

“Las indignas denuncias demagógicas de falsos aprovechamientos de nuestra generosidad no ocultan que los únicos perjudicados con estos cambios serán ciudadanos de nuestro país excluidos de la condición de asegurado”. (...)

“Significa que la sanidad deja de ser un derecho básico y fundamental”, señala. Y aunque a corto plazo la repercusión de la reforma puede parecer “menor” a “medio plazo”, sostiene, habrá muchos ciudadanos que se queden fuera del sistema. 

“En principio son personas con muchos recursos que pueden acceder a sanidad privada, pero se verán también afectados colectivos más cercanos a la marginalidad”. advierte. (...)

con las medidas publicadas ayer se saca el sistema a personas que ahora tenían derecho a tarjeta sanitaria. Y pone varios ejemplos: “Hay monjas, por ejemplo, que no han trabajado nunca y tampoco han cotizado que tendrían que hacer un convenio especial, o los rentistas que nunca hayan cotizado que, junto a los autónomos sin prestación deberían ser los siguientes en entrar en el sistema, según la previsión de la Ley de Salud Pública”. (...)

“Y sustituir el modelo de servicio universal de salud de Estado de bienestar por un modelo de Seguridad Social tiene la implicación de que deja a gente fuera. ¿Qué pasa con los mayores de 26 años que no estén en la indigencia?”  (...)

... el real decreto puede “abrir la puerta” también a una fórmula en la que se establezcan diferentes tipos de seguros, según la condición del ciudadano. Y ahí puede entrar en juego la reorganización de la cartera de servicios que también se ha incluido en la nueva norma y que establece una cartera “básica”, otra “suplementaria” y otra “accesoria”. 

 “La unión de todos estos cambios puede abrir el mercado a que aseguradoras no solo públicas puedan participar en la prestación de servicios”, asegura Minué. “Según el real decreto solo tiene derecho a prestación quien cotiza a su aseguradora, pero no se dice que estas aseguradoras tengan que ser públicas, sino que es la Seguridad Social la que determina quién tiene derecho a asistencia sanitaria. 

Ahora mismo es solo una hipótesis, pero se ha dejado abierta la opción de que en un futuro la Seguridad Social no se haga cargo de todo y se dejen unas prestaciones en manos de aseguradoras privadas”, apunta el profesor de la Easp. (...)

“Para culminar un modelo neocentralizador de seguro social y echar del sistema las clases medias solo les faltaría crear un sistema de desgravación fiscal individual de los seguros de salud privados”, apunta el portavoz de Izquierda Unida. 

Algo en lo que abunda Sánchez Bayle: “El PP pretende cambiar el sistema para crear diferentes tipos de seguros: que las personas con ingresos altos sean atendidas por seguros privados y el resto por un modelo de seguro público parecido a la beneficencia". (...)

Para Rey está claro que no se puede invocar la razón de la eficiencia, porque la cobertura de los extranjeros en situación irregular, unas 150.000 no supone un problema ya que son pocos y gastan menos”.           (El País, 24/04/2012)

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