"Este fue el mes en que el hada de la confianza se murió.
Durante los últimos dos años, la mayoría de los responsables
políticos de Europa y muchos políticos y expertos en Estados Unidos han
sido esclavos de una doctrina económica destructiva.
De acuerdo con esta
teoría, los Gobiernos deben responder a una economía muy deprimida no
de la forma en que los libros de texto dicen (gastando más para
compensar la caída de la demanda privada), sino con la austeridad
presupuestaria, recortando el gasto en un esfuerzo por equilibrar sus
presupuestos.
Los críticos advirtieron desde el principio de que la austeridad en
plena depresión solo lograría que la depresión empeorara. Sin embargo,
los austeriacos insistieron en que iba a suceder lo contrario.
¿Por qué? ¡Confianza! "Políticas inspiradoras de confianza política
fomentarán y no obstaculizarán la recuperación económica", declaró
Jean-Claude Trichet. (...)
La buena noticia es que finalmente muchas personas influyentes están
admitiendo que el hada de la confianza era un mito. La mala es que a
pesar de este reconocimiento parece haber pocas perspectivas de un
cambio de rumbo a corto plazo (...)
Por toda la periferia de Europa, de España a Letonia, las políticas de
austeridad han producido derrumbes y desempleo a nivel de depresión, y
no se ve al hada de la confianza por ningún lado, ni siquiera en Reino
Unido, donde el giro a la austeridad de hace dos años fue recibido con
grandes alabanzas por las élites políticas de ambos lados del Atlántico.(...)
Por una cosa: mientras que los maníacos de la austeridad parecen
haber renunciado a la esperanza, no han superado el miedo. Miedo a dejar
de decir que si no recortamos el gasto, incluso en una economía
deprimida, nos vamos a convertir en Grecia, con los costes de
financiación por las nubes.
Ahora, la teoría de que solo la austeridad puede tranquilizar a los
mercados de deuda pública ha demostrado ser casi tan mala como las
reclamaciones de que el hada de la confianza traerá prosperidad. (...)
Y los analistas serios sostienen ahora que la austeridad
presupuestaria en una economía deprimida, probablemente, se derrota a sí
misma: al hundir la economía y dañar los ingresos a largo plazo, la
austeridad probablemente hace que la perspectiva de la deuda empeore en
vez de mejorar.
Pero mientras que el hada de la confianza parece estar enterrada y
bien enterrada, los cuentos de miedo sobre el déficit siguen siendo
populares. (...)
Así que ahora estamos viviendo en un mundo de políticas económicas
zombis, políticas que deberían haber sido eliminadas ante la evidencia
de que la totalidad de sus premisas son erróneas, pero que aun así se
mantienen arrastrando los pies." ('La muerte de un cuento de hadas', de Paul Krugman
, El País,30 ABR 2012)
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