"En realidad nadie sabe cual es el valor total de los derivados en el
mercado mundial, pero tiene que estar en alguna parte entre los 600
billones de dólares y los 1,5 trillones de dólares. Para tomar estas
cifras como referencia destacar que el PIB mundial es de alrededor 70
billones de dólares.
Es decir, en el mejor de los casos, ¡el mercado de
derivados es más de 8 veces mayor que el PIB mundial!
Los grades operadores de este mercado son los cuatro grandes bancos
de EE.UU. Han entrado dentro de la categoría de “demasiado grandes para
caer”, pero si finalmente caen, será difícil rescatarlos, se quiera o
no. Lo malo es que estos bancos son tan importantes para nuestro sistema
económico, que su destrucción también destruiría la economía de EE.UU.
Es algo así como cuando el cáncer se vuelve tan avanzado que eliminar el
cáncer también implicaría matar al paciente.
Para que vean que no exageramos con la situación, vamos a dar algunos números:
JP Morgan Chase:
- Activos totales: 1,8 billones de dólares.
- Exposición total a derivados: 69 billones de dólares.
- Exposición total a derivados: 69 billones de dólares.
CITIBANK:
- Activos totales: 1,3 billones de dólares.
- Exposición total a derivados: 52 billones de dólares.
- Exposición total a derivados: 52 billones de dólares.
Bank of America
- Activos totales: 1,4 billones de dólares.
- Exposición total a derivados: 44 billones de dólares.
- Exposición total a derivados: 44 billones de dólares.
Goldman Sachs
- Activos totales: 114.000 millones de dólares.
- Exposición total a derivados: 41 billones de dólares
- Exposición total a derivados: 41 billones de dólares
Esto significa que la exposición total que Goldman Sachs tiene
contratos de derivados por más de 362 veces que sus activos totales.
Se está incrementando la reglamentación en EE.UU. para controlar este
mercado, pero no es suficiente. Hay formas para desviar estas
operaciones a filiales internacionales que no tengan que sufrir el
endurecimiento de las normas.
Michael Snyder afirma de forma premonitoria: “Sin lugar a dudas, en
el futuro se producirá un pánico en el mercado de derivados. Eso hará
que los mercados financieros se bloqueen. Varios de los bancos
‘demasiado grandes para quebrar’ se caerán y exigirán rescates.
Los
mercados de crédito se paralizarán por el miedo y se congelarán. La
economía de EE.UU. y de todo el mundo entrará en paro cardiaco, sólo que
esta vez no será tan fácil de arreglar”. (La carta de la bolsa, 07/12/2012)
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