"Según la nota de los analistas que explicaba la rebaja desde A+ hasta A (con perspectiva negativa), el problema se encuentra en los bancos alemanes.
Empezando por el más grande: Deutsche Bank.
La entidad habría ajustado
en un 2% el llamado "shareholder equity to asset", que es la porción de
patrimonio que le tocaría recibir al accionista en caso de liquidación
de la compañía, y por lo tanto podría necesitar "hasta 100.000 millones de euros en ayudas"
para cumplir sus compromisos. La cifra multiplicaría por cuatro las
ayudas que ha recibido Bankia, que rondan los 23.000 millones de euros.
Además, los bancos alemanes –incluidas las cajas de ahorro conocidas como landesbanken- habrían
recibido un total de 700.000 millones de euros desde la línea de
crédito del Banco Central Europeo (BCE) más conocida como Target 2; eso
descontando la exposición que muchos de ellos tienen a las economías más
perjudicadas de la zona del euro, como la griega, la italiana o la
española.
Egan-Jones es una agencia que presume de financiarse tan sólo con
el dinero de sus inversores privados, no cobrando así por informe, y
garantizando de este modo su independencia. Fundada en 1995 por el ex
banquero Sean Egan.
Es, además, una de las nueve calificadoras registradas en la SEC y,
de hecho, a principios de este año tuvo un conflicto con esta
institución, que quiso prohibir temporalmente a Egan-Jones emitir notas
sobre cualquier rating soberano por haber caído en un conflicto de
intereses.
Tanto Moodys, así como Standard & Poors y Fitch Ratings, las
tres grandes agencias de calificación mundiales, mantienen la máxima
calificación crediticia de Alemania (triple A). También mantenían la
máxima calificación crediticia de Lehman Brothers el lunes 15 de
septiembre del año 2008, momento en el que esta entidad, el cuarto banco
de inversión más grande del mundo, anunció su quiebra y se desplomó,
causando el inicio de la crisis financiera internacional." (Invertia, 18/04/2013)
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