"La fundación alemana Friederich Ebert Stiftung, vinculada al SPD, acaba
de publicar un documento que analiza los posibles escenarios futuros en
el marco de un proyecto titulado Scenario Team Eurozone 2020 [1] .(...)
I. Los cuatro escenarios contemplados
A partir de esta
constatación se elaboraron cuatro escenarios. Algunas de sus hipótesis
son realistas, pero otras parece que lo son menos. Ahora bien, un
escenario no es nada sin el realismo de las hipótesis. Vamos a
resumirlos rápidamente indicando los puntos sobre los cuales los grupos
de trabajo no han adoptado hipótesis realistas o solo han adoptado
hipótesis parciales.
(1) Estancamiento en la crisis ( Muddling-trough the crisis)
En
este escenario la Unión Económica y Monetaria sigue siendo un meca
nismo incompleto. A consecuencia de ello, los países del sur siguen
siendo dependientes de planes de rescate por parte de países de la
Europa del norte mientras que el BCE continúa e incluso amplía sus
compras de deudas soberanas en el mercado secundario para mantener las
tasas de interés a niveles soportables.
Así, el sur de Europa se instala
en una larga depresión y es incapaz de bascular hacia un nuevo modelo
de crecimiento debido a la falta de inversión y, añadimos nosotros,
debido a la falta de demanda solvente y a la huida acelerada de los
mejores cerebros.
Los planes de rescate garantizan que estos países
permanecen en el euro (a pesar de movimientos cada vez más importantes
contra el euro en sus poblaciones), pero son incapaces de encontrar una
solución a esta crisis. La Unión Europea está debilitada en comparación
tanto con Estados Unidos como con los países emergentes y se vuelve cada
vez más dependiente de sus socios.
(2) La fragmentación de la eurozona ( Break-up of the Eurozone )
En
este caso la ge stión de la crisis es aún más conservadora que en el
anterior escenario en el que se admite un compromiso importante del BCE.
Aunque formalmente establecida, la Unión Bancaria solo es poco eficaz
debido a que muchos países son reticentes a su aplicación.
El
empeoramiento de la situación económica en los países del sur de Europa
se combina con una nueva versión del Pacto de Crecimiento y Estabilidad
que exige cada vez más esfuerzos a estos países con vistas a una
reducción de los déficits y de la deuda. Además, no hay ni política de
inversión a nivel europeo ni política industrial ni política comercial.
El resultado de todo ello es que las tensiones sociales se vuelven
incontrolables y llevan a unas salidas no coordinadas de la eurozona.
El
resultado de esto es una división monetaria en tres de Europa al
dividirse en una eurozona “mantenida” en torno a Alemania (de hecho, una
zona marco), une Unión Monetaria del Norte en torno a Gran Bretaña y
una Europa del sur donde cada país ha recuperado su soberanía monetaria.
Hay que señalar que, en realidad, la llamada “Unión Monetaria del
Norte” es muy poco probable. (...)
(3) El repliegue sobre el núcleo duro de Europa ( Core Europe )
En
este escenario se tendría por una parte un “núcleo” europeo en el marco
de un nuevo tratado que incluya la Unión Bancaria pero también la Unión
Presup uestaria y, por otra parte, aquellos países que han rechazado
este tratado y constituyen un segundo nivel de la UE reducida esta vez a
una zona de libre comercio.
Por supuesto, el estudio de la FES incluye a
Alemania y Francia en los países del núcleo y apuesta a que en torno a
estos dos países se unirán varios de los otros países sobre la base de
un acuerdo político (calificado de Pacto Euro Plus ) que incluye la
renuncia a la austeridad y unas reglas sociales y fiscales comunes para
evitar el dumping social y fiscal. “[…]
Se implementó el Pacto Euro
Plus, con sus compromisos de una mayor convergencia de la tasación
corporativa y los complementos/beneficios sociales, pero solo en el
grupo central. Tiene que protegerse de un cada vez mayor dumping fiscal y
social de los demás países. Nuevos recursos financieros para la
inversión combinados con una política industrial europea, el Mercado
Único y las reformas estructurales adecuadas fomentaron la transición a
una economía más verde, más inteligente y más inclusiva en el grupo
central” (p. 8).
Este núcleo tendría entonces una fuerte
coherencia y podría conocer un desarrollo más armonioso. Para los demás
países la situación sería menos de color de rosa y seguiría siendo
necesaria la llamada acción “no convencional” del Banco Central Europeo. (...)
“Los Estados miembros de la periferia son propensos a medidas
proteccionistas, mientras que los Estados del centro se enfrentan a una
presión cada vez mayor en términos de competitividad debido a sus altos
niveles sociales. Esto lleva a una hostilidad cada vez mayor y a un
popularismo antieuropeo dentro y fuera del centro” (p. 8).
Por
nuestra parte, este escenario nos parece poco probable ya que presupone
un acuerdo político de fondo y no de simple fo rma con Alemania,
mientras que el conflicto entre Francia y Alemania está ascendiendo en
potencia y eso diga lo que diga el gobierno [francés].
Ahora bien, si
bien no es posible un acuerdo de fondo entre Alemania y Francia, y en
vista de las actuales divergencias, esta parece la solución más
probable, la solución para nuestro país [Francia] será o bien dar la
razón a Alemania sobre la austeridad o bien abandonar el euro. Así pues,
volvemos o bien al primer escenario (el estancamiento) o bien al
segundo (la fragmentación).
(4) La consecución de la Unión Presupuestario ( Fiscal union completed) .
En
este escenario, Alemania después de Francia y a continuación los demás
países de la eurozona sienten la necesidad común de acelerar el
movimiento hacia una Europa fe deral al tiempo que se reduce
sensiblemente la austeridad que padece el sur de Europa.
Se establece un
fondo de estabilización común (una mutualización de las deudas)
mientras que la eurozona se dota de una agencia capaz de emitir sus
propios préstamos para financiar unas inversiones generalizadas en el
conjunto de los países bajo la égida de una autoridad de vigilancia
común.
“La vigilancia macroeconómica va acompañada de recursos más
fuertes para la recuperación: no solo una implementación más rápida de
los fondos estructurales sino también un Fondo Europeo para la
Estabilización Económica para tratar los choques asimétricos. También se
fomentan el diálogo y la negociación sociales a nivel nacional y
europeo para alinear mejor los salarios y la productividad” (p. 9) .
El
problema con este escenario es que no cifra las necesidades financieras
en transferencias anuales más allá de la cuestión de las inversiones.
Este es, además, un problema recurrente en todos los escenarios
federalistas [2] .
El federalismo implica transferencias, a lo que se niega Alemania, pero también Finlandia y Austria [3] .
Ahora bien, la cantidad de las transferencias para garantizar la simple
recuperación de cuatro de los países que tiene más dificultades
(España, Grecia, Italia y Portugal) es del orden de 240.00 a 250.000
millones de euros al año durante diez años [4] .
Además, es muy probable que este nivel de transferencia se vuelva
perenne como se ve hoy en el interior de los Estados naciones y para
Francia con el caso de los DOM-TOM. Por consiguiente, no se trataría de
transferencias durante un periodo corto y es totalmente iluso pensar en
financiarlo por medio del préstamo.
II. La evolución probable de la situación la eurozona.
Al
leer este documento se percibe claramente que han salido a la luz
serias divergencias en la evaluación de los fut uros posibles y de sus
grados de probabilidad. Esto es particularmente visible en las rupturas
de coherencia que se pueden observar en el análisis de los diferentes
escenarios. No obstante, se desprende una impresión general, la de un
gran pesimismo en lo que se refiere al futuro de la eurozona." (Jacques SapirRussEurope, Rebelión, 10/05/2013)
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