"La confianza de la sociedad española en que disponía de un sistema
político con el que podía hacer frente a los problemas con los que
tuviera que enfrentarse ha venido descendiendo de manera continuada y
progresiva desde 2006 y de manera alarmante desde 2010. (...)
La crisis política es más preocupante que la crisis económica, porque
únicamente desde la política se puede encontrar una salida. Si la
sociedad no confía en quienes tienen que dirigirla, es muy difícil que
se puedan movilizar las energías que en ella existen para salir del
estancamiento. (...)
La evidencia empírica de que disponemos nos indica que la dirección
política brilla por su ausencia desde la misma noche electoral. Ni un
solo gesto tuvo Mariano Rajoy entre la noche del 20 de noviembre y el 23
de diciembre en que se hizo la sesión de investidura.
Estuvo mudo
durante su primer mes con mayoría absoluta. No hubo ni un gran mitin ni
convocó a la prensa nacional e internacional para transmitir a la
sociedad española y europea de qué proyecto de futuro era portador. En
una situación de emergencia como la que vivíamos y después de un apoyo
abrumador en las urnas, era lo menos que cabía esperar. Y ha seguido
prácticamente mudo después de la investidura.
En lugar de tener
confianza en la sociedad española, de ir a su encuentro y hacer una
convocatoria que permitiera al país cerrar filas en torno a su liderazgo
para aguantar lo que se nos está viniendo encima, no ha hecho otra cosa
que huir, refugiándose en una pantalla de plasma e imponiendo de manera
autoritaria decisiones sin dar ningún tipo de explicación de las
mismas.
Los resultados de todos los estudios de opinión son concluyentes.
Cada vez es mayor el desconcierto y la angustia con que la sociedad
española mira al futuro. El Gobierno está transmitiendo miedo y, desde
Franklin D. Roosevelt, sabemos que no hay nada peor que el miedo para
hacer frente a una crisis." (
Javier Pérez Royo , El País 25 MAY 2013)
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