"Se puede crear empleo, si se quiere. ¿Dónde? En cualquier sector,
incluso los más tradicionales, miren sino empresas españolas como
Inditex y Mercadona.
Pero los grandes nichos de empleo futuro son los servicios sociales
(sanidad, educación y dependencia) y las tecnologías de información y
comunicación (TIC), sobre todo el mundo digital, que todo lo atraviesa,
todo lo revoluciona, y se configura como un mundo en sí mismo: también
para el empleo.
La gente busca empleo a través de las redes sociales, en buena parte
sustitutas de la familia y amigos directos en este afán. Muchas de las
nuevas empresas nacidas bajo el designio del autoempleo se crean en la
Red, desde la Red y para la Red. (...)
De modo que las TIC siguen constituyendo un gran nicho de empleo. No
el único. Pero quizá el clave. La necesidad empuja. En España hay una
brecha digital enorme entre grandes y pequeños.
Así, solo un 34% de las
microempresas del sector transporte disponen de Internet, frente al 97%
de las grandes, y solo el 75% de los pequeños hoteles tiene página web,
frente al 95% de los grandes (Informe ePyme 2012, www.fundetec.es).
Hay, pues, mucho por hacer. (...)
Pero el Gobierno se propone un buen fin, pero inconcreto, para
aumentar los empleos en la Red: Promover la inclusión y alfabetización
digital y la formación de nuevos profesionales TIC (página 71 del
programa). ¿Cómo? Silencio absoluto.
Pues aquí van un par de ideas-regalo al Gobierno, para beneficio de
nuestros parados.
Multiplique (por ejemplo, por 10) el nivel de ayuda al
capital (créditos blandos, capital riesgo) de las iniciativas que
lanzan los jóvenes emprendedores. Las presta con bastante eficacia la
Empresa Nacional de Innovación (ENISA, creada en 1982), del Ministerio
de Industria: por favor, esa, no la cierren.
Y multiplique, digamos por 100, los cerca de 1.000 alumnos
adiestrados al año por las 10 mejores escuelas privadas de TIC, en
programación, contenidos y ebusiness, y también las universitarias: las
matrículas de sus másteres cuestan desde unos 10.000 euros, que se los
pagan los que se lo pueden pagar. Una masiva política de becas públicas
de cofinanciación podría fabricar al año 100.000 jóvenes profesionales
innovadores, despiertos y dispuestos a crear todo tipo de proyectos,
también empresas lucrativas. Con 1.000 millones de euros anuales (el
coste de las inútiles y caciquiles diputaciones, insistamos) bastaría
para una primera fase." (
Xavier Vidal-Folch , El País, 9 MAY 2013)
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